Así lo confirmó la propia Díaz Ayuso, en declaraciones a los periodistas, después de haber sido investida como presidenta de la Comunidad de Madrid con los votos a favor de Cs, partido con el que conformará un gobierno de coalición, y Vox.

Díaz Ayuso dijo sentirse "muy contenta y emocionada", con "muchas ganas de salir a la calle para ver a ciudadanos anónimos para que me empiecen a contar sus preocupaciones".

Definió el de hoy como "un día nuevo en la historia de la Comunidad", una región donde anhela "hacer las cosas con vocación, con compromiso, con mucha sensatez".

Reconoció que las negociaciones que han desembocado en su investidura han contado con "días buenos y con días malos", aseverando que "ha merecido la pena el esfuerzo".

Ese esfuerzo cristalizará en su toma de posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid el próximo lunes y con el anuncio de su equipo de gobierno entre la tarde de ese día y el martes, una vez haya consensuado con Cs la identidad de los consejeros que asumirán las 13 carteras de que constará el nuevo ejecutivo regional.

Dijo que será complicado elegir a los consejeros porque "tenemos un gran banquillo" compuesto por "personas que han cosechado grandes resultos en los ayuntamientos, personas que son de primera en la sanidad, en la educación, en la justicia. Hay tantos nombres, que quiero hacer es un gran equipo".

Preguntada sobre la posible presencia del expresidente de la Comunidad Ángel Garrido, ahora en Cs, en su equipo de gobierno, respondió que "no tengo pensado vetar a nadie".

Por último, subrayó que esperaba un debate de investidura "bronco", algo que "se veía venir" por las informaciones aparecidas en los últimos días sobre su persona, al tiempo que mostró su disposición a alcanzar acuerdos con todos los partidos con el objetivo de "gobernar para todos los ciudadanos, evidentemente desde el prisma de quien te vota, pero teniendo en cuenta a todos los ciudadanos".