En base a estas filtraciones, presuntamente atribuidas en primer término a la Policía Municipal de Madrid y, posteriormente, a los agentes educadores adscritos al centro, la entidad ha pedido en un comunicado “responsabilidad” a los medios de comunicación para evitar difundir “documentos sesgados y, evidentemente, faltos de rigor”.

La Red de Inmigración ha asegurado en un comunicado que todos los menas reciben, por protocolo, una inspección sanitaria que viene a evaluar la posible prevalencia de enfermedades que puedan suponer un riesgo para el menor y su entorno.

Además, aseguró que los educadores y la dirección de cada centro, sea público o concertado, reciben instrucciones del hospital de referencia donde, bajo dirección de médico facultativo, se determina el tratamiento médico en caso de que se detecte alguna enfermedad.

La Red de Inmigración remarcó que, en este caso, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid no ha dictado una alerta sanitaria, porque el caso “no reviste de gravedad a la luz de la información a priori disponible “y añadió que “deberá ser el área de Salud la que determine como operar y que actuaciones, en colaboración con los agentes sociales, se deben aplicar”.