Así lo confirma el último informe de la Junta facilitado este mediodía, según el cual la mayoría de estos casos se localizan en la provincia de Sevilla (158 casos, 81.6%), seguida de Huelva (17), Cádiz (10), Málaga (4) y Granada (4), mientras que en las provincias de Almería, Córdoba y Jaén sigue sin haber casos confirmados.

En total, en los hospitales públicos de Andalucía hay 83 ingresados con sospecha de infección, frente a los 77 del día anterior, 28 de ellos mujeres embarazadas y tres pacientes que continúan en la UCI.

Por su parte, el número de pacientes hospitalizados en los hospitales privados era de 25, la misma cifra que el día anterior. De ellos, seis eran mujeres embarazadas, tres más que el día anterior y un paciente estaba ingresado en UCI.

En las últimas horas no se han producido muertes ni abortos ni infecciones en recién nacidos, aunque se ha confirmado que uno de los dos casos de aborto detectados antes del 15 de agosto fue causado por el brote de listeria.

EL BROTE, EN FASE DE INFLEXIÓN

Ante estas cifras, el portavoz del gabinete técnico creado por la Consejería de Salud y Familias para el seguimiento del brote de listeriosis, José Miguel Cisneros, precisó que el brote de listeria “está en fase de inflexión” lo que, a su juicio, significa que “el alimento contaminado que se ha inmovilizado era la causa del brote, porque, si no, no entraría en fase de inflexión tan rápido”.

Y ello, debido a que el tratamiento de estos pacientes se está realizando “de forma inmediata” y han podido ser diagnosticados "muy rápidamente" y recibir el tratamiento curativo necesario.

"Esto hace que los resultados clínicos de este brote sean extraordinariamente mucho más favorables que lo que conocemos de la biología de esta infección de múltiples brotes y estudios previos”, abundó.

Cisneros advirtió de la posibilidad de que en esta nueva fase del brote se registre un “goteo de casos" que presentarán esta infección "de forma mucho más tardía que la gran mayoría" debido al volumen del alimento contaminado ingerido o por cuestiones biológicas relacionadas con el propio paciente.

Un "goteo" que, subrayó, "puede durar varias semanas”, por lo que advirtió de que será necesario “seguir atentos” durante los meses de septiembre y octubre.

Cisneros instó a los profesionales sanitarios a seguir manteniendo una “sospecha clínica muy elevada” ante pacientes que pudieran haber ingerido alimento contaminado y presenten síntomas clínicos relacionados para poder diagnosticar a los afectados “precozmente”, protocolo que consideró “clave” para lograr un buen pronóstico y que los facultativos, dijo, están realizando “de manera ejemplar”.

Finalmente, invitó a la población a que “analice con rigor” los bulos y la información “falsa e incorrecta” que, a su entender, está circulando sobre esta crisis alimentaria con el fin de “evitarles preocupaciones innecesarias sobre otros alimentos”.