La Seicap también solicitó la realización de programas de formación al profesorado y personal de centros educativos, ya que gracias a ello “se podrían evitar accidentes fatales como el ocurrido el pasado mes de mayo en un colegio de Baleares, donde una niña falleció por una anafilaxia a consecuencia de ingerir un helado que contenía leche, siendo alérgica a sus proteínas”.

Según datos de la Seicap, uno de cada diez niños en edad escolar tiene asma y entre el 6% y el 8% alergia alimentaria. Además, una de cada cinco reacciones por alergia alimentaria sucede en la escuela, por lo que los pediatras alergólogos consideran fundamental que las instituciones se impliquen en la implantación de medidas y protocolos de prevención de alérgenos para evitar una crisis.

El coordinador del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la Seicap, el doctor Juan Carlos Juliá, advirtió de que “en la mayor parte de los casos, los niños alérgicos sufren su primera anafilaxia en el colegio".

"Por ello es necesario que todo aquel profesional que esté al cuidado de un menor tenga conocimientos en alergias infantiles: los distintos tipos de alérgenos que pueden afectarles y sus medidas de evitación, la sintomatología que les puede causar, así como el procedimiento de actuación en caso de reacción”, indicó.

INFORMAR AL CENTRO

Además, añadió la importancia de que el colegio tenga toda la información posible. “Los niños con alergias o asma deben llevar un informe médico actualizado, que explique la enfermedad de cada niño y el tratamiento a seguir, incluso un botiquín con la medicación de rescate si fuera necesario, explicando cómo utilizarla”.

En este sentido, el doctor Juliá insistió en la importancia de que “exista una regulación única que determine la actuación de los colegios frente a la anafilaxia, una situación de riesgo vital que requiere actuar de forma urgente pues puede implicar la muerte de un alumno”.

Por ello, la Seicap reclama la existencia de protocolos de actuación como el de Alerta Escolar, implantado en Galicia y Baleares, que consiste en un registro de alumnos alérgicos en los servicios de emergencias, además de formación al profesorado.

La presidenta de Seicap y coordinadora del programa Alerta Escolar en Baleares, la doctora Mercedes Escarrer, insistió en que “en el momento que un niño tiene una reacción y el colegio avisa a emergencias, su personal puede acceder al historial clínico del menor y saber cómo actuar en cada caso, dando las instrucciones pertinentes al profesor, ya formado en ello, sobre qué hacer”.