El 37,4% de las personas pobres considera que su salud es regular, mala o muy mala

MADRID
SERVIMEDIA

El 37,4% de las personas pobres considera que su salud es regular, mala o muy mala, una cifra que está algo más de 11 puntos porcentuales por encima de las personas no pobres (26,2%), según el estudio ‘La desigualdad en la salud’ que presentó este martes la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN, por sus siglas en inglés) en la sede de la Fundación ONCE en Madrid.

Aunque España es el país más saludable del mundo, según la edición 2019 del Índice ‘Bloomberg Healthiest Country’, empleando la definición de Riesgo de Pobreza utilizada por Eurostat (que considera pobres a aquellas personas que viven en hogares con una renta neta por miembro inferior a un límite o umbral de pobreza, que se calcula para cada año como el 60% de la mediana nacional de ingresos) la EAPN ha estudiado las diferencias en la salud que pueden producirse en función de algunas variables de posición social.

Concluye que una de cada cuatro personas pobres (24%) manifiesta algún tipo de dificultad para realizar las actividades básicas de la vida diaria, cifra que contrasta con el 15,6% en el caso de las personas no pobres.

Por el contrario, el 18,6% de las personas que tienen un trabajo opina que su estado de salud es regular, malo o muy malo. Sin embargo, esta misma consideración se incrementa en nueve puntos porcentuales (27,4%) cuando se trata de personas en desempleo y a más del doble (43,6%) cuando se trata de personas que ejercen las labores reproductivas y de cuidado.

ASISTENCIA SANITARIA

El estudio muestra que hay más personas pobres que no se realizan análisis o pruebas médicas. Por ejemplo, llevan sin ir al dentista un año o más tiempo el 51,6% de las personas desempleadas, el 54,1% de las personas de clase baja y el 56,9% de las personas pobres. La escasa cobertura pública de la atención dental provoca un elevado porcentaje de personas que necesitaron asistencia y no pudieron recibirla a causa de problemas económicos.

Otro de los datos indica que entre el 9% y el 10% de las personas pobres no se han medido nunca, o lo han hecho hace más de cinco años, la tensión, el colesterol o el azúcar. Además, a la mitad de las mujeres pobres no se les ha practicado nunca una mamografía cifra que es un 30,7% (11,5 puntos porcentuales) superior a la de las mujeres no pobres.

Por otro lado, las personas pobres son más obesas (un 21,9% frente a un 15% de las no pobres), pero también registran tasas más elevadas de peso insuficiente entre los menores de 15 a 18 años. Prácticamente la mitad de las personas pobres no hacen ejercicio (47% frente al 32% de las que no son pobres).

DESIGUALDAD DE GÉNERO Y TERRITORIAL

La investigación apunta que las mujeres tienen peor salud percibida; más enfermedades crónicas y sufren más limitaciones para la realización de actividades, especialmente las de la vida cotidiana. Sin embargo, obtienen mejores resultados (más sanos) en índice de masa corporal, consumo de tabaco y consumo de alcohol.

“Las mujeres parecen aprovechar mejor la atención sanitaria en aquellos aspectos que están bien cubiertos por la sanidad pública y peor en aquellas cuestiones con cobertura pública más deficiente”, explica la EAPN.

En cuanto a las diferencias territoriales, el porcentaje de personas que perciben su salud como regular, mala y muy mala, es especialmente elevado en Galicia. Aunque con menor intensidad, también son altas en Asturias y País Vasco.

En el análisis de las personas que han necesitado asistencia sanitaria y no la han recibido por motivos económicos, las regiones de Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias se reparten los cuatro o cinco primeros puestos para la mayoría de los tipos de asistencia.

Por último, destaca que Extremadura, a pesar de tener tasas de pobreza y/o exclusión social extraordinariamente elevadas, se sitúa entre aquellas regiones con más bajas tasas de inaccesibilidad a la asistencia sanitaria por cuestiones económicas.

(SERVIMEDIA)
10 Sep 2019
VMM/gja