Durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados dio cuenta de los dos consejos europeos del 20 y 21 de junio, y del 30 de junio al 2 de julio. En dichos cónclaves los jefes de Estado y de Gobierno de la UE decidieron los nombramientos de los principales cargos comunitarios para los próximos cinco años: Ursula von der Leyen (Comisión Europea), Charles Michel (Consejo Europeo), Josep Borrell (Alto Representante de Política Exterior para la UE), David Sassoli (Parlamento Europeo) y Christine Lagarde (BCE).

Sánchez evocó su participación como negociador jefe de la familia socialdemócrata europea para atestiguar que las negociaciones para la nominación de dichos cargos “no fueron fáciles” debido a que las elecciones al Parlamento Europeo del pasado día 26 de mayo arrojaron una “aritmética compleja”.

En esos comicios, continuó Sánchez, los ciudadanos decidieron que la mayoría de la Eurocámara no reposase en las familias socialdemócrata y conservadora, lo que obligó al Consejo Europeo a sumar a otros grupos –los liberales- en la configuración de un “sólido consenso”, algo que “está en la esencia del proyecto europeo”.

En este contexto, se permitió una reflexión: que "España necesita grandes transformaciones, lo que requiere consensos", y, para ello, hace falta que arranque la legislatura. Para ello, pidió a la oposición, sin referirse expresamente al PP, Ciudadanos o Unidas Podemos, que "abandone el bloqueo", de forma que "se constituya un Gobierno progresista, que es lo que votaron los españoles el pasado 28 de abril".

Este mensaje se coló en su comparecencia después de que ayer encallaran las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos para alcanzar un acuerdo que facilite su investidura como presidente del Gobierno.

NUEVA COMISIÓN

Sánchez emitió un “juicio muy positivo” ante el hecho de que por primera vez la Comisión vaya a estar presidida por una mujer y porque la composición de ésta sea paritaria (13 mujeres y 14 hombres).

En este punto, recordó que desde 1958 sólo 35 mujeres habían ostentado el puesto de comisaria, lo que, a su juicio, representa “un hito en la larga lucha del feminismo en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”.

Afirmó que España ha vuelto a “la columna vertebral”, al “centro de operaciones”, al “cuadro de mando” de la UE, como se evidenció con la nominación de Borrell como nuevo jefe de la diplomacia europea.

“La UE gana a un gran servidor para su causa y España, a un aliado por la Europa que merece la pena luchar, dimanante de los principios de la Revolución Francesa”, aseveró.

El jefe del Ejecutivo en funciones asumió como propios los objetivos fijados por von der Leyen para su mandato al frente de la Comisión Europea, especialmente el del cambio climático, lo que le permitió anunciar que el próximo Gobierno, “cuando se forme”, reconocerá la “emergencia climática que se vive en este país”.

Consideró como una “gran noticia” que la Comisión vaya a contar con una Vicepresidencia encargada de pergeñar un “’green new deal’”, un hito en el que la UE “puede y debe ser la vanguardia” ante quienes “por incapacidad” o “falta de voluntad” se muestran perezosos a la hora de afrontar el desafío del cambio climático.

A su vez, defendió la sensibilidad social de la UE para constatar que Bruselas consigue con esta actitud mantenerse “vacunada contra los extremismos, contra quienes inoculan el virus del odio entre los más vulnberables”.

En clave migratoria, defendió la importancia de establecer una “perspectiva integral” que implica “reforzar las capacidades” de aquellos países asiáticos y africanos de donde proceden los migrantes, así como crear oportunidades para los jóvenes de los países emisores de migrantes.

Subrayó la necesidad de luchar contra la desinformación que “envenena sociedades”, puesto que “la mentira no es libertad de expresión, hay que combatirla con coraje y determinación”, y dejó claro que España no apoyará un presupuesto de los países del euro que “no añada valor al presupuesto de la UE”.

‘BREXIT’

Por otro lado, Sánchez aseguró que España “está preparada para cualquier escenario, incluyendo un ‘Brexit’ duro”. También reconoció que la salida del Reino Unido de la Unión Europea es un “asunto cada vez más complejo”.

Trasladó al primer ministro británico, Boris Johnson, que “no cabe renegociar lo que ya ha sido acordado” y mandó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos y actores económicos españoles enumerando el corpus normativo de que se ha dotado España para afrontar el ‘Brexit’.

Defendió las garantías conseguidas sobre Gibraltar y quiso terminar, en clave probablemente nacional, pero sin concretar referencias, alertando contra las “amenazas para la democracia” que se vierten “cuando la política se limita a un conflicto entre bloques antagónicos hasta hacer imposible la deliberación ni el entendimiento”. “Demos la mejor versión de nosotros mismos. Evitemos la tentación del conflicto fácil”, recomendó.