Salud

El 20% de los consumidores sociales o patológicos de alcohol desarrollará cirrosis hepática

Madrid
SERVIMEDIA

El 20% de los consumidores sociales o patológicos de alcohol desarrollará cirrosis hepática y los niveles de consumo que pueden provocarla están en muchas ocasiones dentro de lo que se considera un consumo social y no patológico.

Así lo denunció este martes el médico especialista del aparato digestivo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, Óscar Núñez, quien denunció que muchos consumidores no son “conscientes del riesgo al que se someten, por esta y otras muchas enfermedades asociadas a este hábito”.

Núñez precisó en un comunicado que la cirrosis hepática es el “estadio final" de cualquier enfermedad hepática crónica, "sea cual sea su origen o causas”, ya que, además del alcohol, también puede estar relacionada con la hepatitis C o B.

El experto, que disertará sobre esta dolencia en la jornada ‘Martes de Salud’, que el centro médico celebra el próximo martes, 24 de septiembre, a las 18.00 horas, lamentó la “incomprensión social” que también lleva aparejada al vincularse, a su juicio, “casi exclusivamente a la ingesta alcohólica”.

Según remarcó el experto, a todo paciente diagnosticado de cirrosis hepática se le debe efectuar un seguimiento semestral con ecografía abdominal para descartar el desarrollo del tumor hepático primario hepatocarcinoma o descompensación hepática en forma de ascitis.

Además, aquellos pacientes con sospecha del posible desarrollo de varices esofágicas o gástricas deberán ser sometidos a una gastroscopia, que también podrá tener un “carácter terapéutico cuando sea preciso”.

Tras precisar que actualmente no existe tratamiento como tal para la cirrosis hepática, subrayó que, salvo en “estadios muy iniciales, es una lesión considerada no reversible”.

No obstante, señaló que en el caso de una cirrosis en su fase inicial el pronóstico a largo plazo es “marcadamente mejor que si persiste la causa de la enfermedad y en pacientes con cirrosis avanzada se puede conseguir compensarla”.

En el caso de enfermos con varices esófago-gástricas, apostó por aplicarles un tratamiento farmacológico para prevenir una hemorragia y en pacientes ya avanzados aconsejó tratar “de forma dirigida” las complicaciones de la enfermedad y determinar si el enfermo es candidato a un trasplante hepático.

(SERVIMEDIA)
17 Sep 2019
MJR/pai