Activismo internacional

La crisis climática une a más de 200 líderes mundiales de derechos humanos y medio ambiente

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 200 representantes de los pueblos indígenas, la esfera laboral y el mundo académico, así como de grupos ambientalistas y de derechos humanos, aprobaron este miércoles una declaración histórica y sin precedentes en la que piden a gobiernos y grandes empresas que aborden con carácter de urgencia la emergencia climática con el fin de garantizar la supervivencia de la humanidad.

Esta iniciativa tuvo lugar en la Cumbre de los Pueblos sobre el Clima, los Derechos y la Supervivencia Humana, inaugurada este miércoles en Nueva York (Estados Unidos). Se trata de la primera cumbre mundial sobre derechos humanos y cambio climático, y tiene como objetivo generar más potencia, energía y recursos que impulsen un movimiento de masas conectado, diverso y orientado hacia la acción para vencer la crisis climática al poner en el centro de sus soluciones a las personas y los derechos humanos.

Estos líderes y sus grupos tratan de presionar a gobiernos y grandes empresas para que incrementen sus compromisos en materia climática. Entre otras iniciativas, quieren emprender más litigios conjuntos por cuestiones climáticas, poner en el punto de mira la financiación de los combustibles fósiles por parte del sector financiero, utilizar de forma más eficaz los mecanismos de rendición de cuentas en materia de derechos humanos y coordinar más campañas de movilización de masas en el ámbito nacional y regional. También tienen previsto acordar la aplicación de planes de acción conexos en los próximos meses.

La Cumbre de los Pueblos está organizada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Greenpeace Internacional, Amnistía Internacional, el Centro de Derecho Ambiental Internacional, el Fondo Mundial Wallace y el Centro de Derechos Humanos y Justicia Global de la Universidad de Nueva York. El evento comenzó este miércoles y concluirá este jueves, en vísperas de la Cumbre sobre la Acción Climática convocada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

"NUEVA ERA"

Craig Mokhiber, director de la Oficina en Nueva York del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, indicó que, "para quienes lo sufren en primera línea, el cambio climático ya está erosionando los derechos a la alimentación, el agua y el saneamiento, la vivienda digna, la salud, la seguridad personal e incluso la vida".

"Muchas personas que viven en pequeños Estados insulares, comunidades costeras y zonas sometidas a la desertificación progresiva ven cómo se esfuma su derecho a la libre determinación. Los desplazamientos masivos por razones climáticas amenazan con obligar a millones de personas a emprender viajes de vulnerabilidad e incertidumbre. En definitiva, los efectos adversos del cambio climático desgarran la estructura misma de la sociedad humana", añadió.

Jennifer Morgan, directora ejecutiva internacional de Greenpeace Internacional, subrayó que "la crisis climática es una crisis de derechos humanos" y que "las consecuencias humanas de las catástrofes meteorológicas extremas pueden ser sobrecogedoras, como demuestra la gran devastación y la destrucción que dejó el huracán 'Dorian' tras de sí".

"Esta declaración marca una nueva era en el activismo contra el cambio climático. Junto con nuestros aliados, y con la juventud a la cabeza, todos emprenderemos acciones y haremos frente a los responsables de este fenómeno. Los gobiernos débiles y el poder de las grandes empresas tóxicas tendrán que dar la cara cuando pongamos a la gente en el centro de nuestras exigencias y busquemos justicia climática para las comunidades menos responsables de esta emergencia climática, que son las más vulnerables ante ella”, dijo.

Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional, indicó que "la lucha más urgente que libra el planeta necesita contar con el poder y la diversidad que puede darle el movimiento global de personas en favor de los derechos humanos. "Aportamos a la lucha por la justicia climática energía, conocimientos y bases de apoyo fundamentales. Pero hasta ahora no hemos explotado ni mucho menos todo nuestro potencial", recalcó.

Carroll Muffett, presidenta y directora general del Centro de Derecho Ambiental Internacional, señaló que "el coste de la inacción constante ante la crisis climática se mide en términos de derechos humanos, vidas humanas y medios de vida".

"Como nos recuerda dolorosamente el huracán 'Dorian', este coste es real y cada vez mayor. La declaración de hoy refleja el compromiso común de la comunidad de derechos humanos de situar estos derechos en el centro de la crisis climática, disminuir progresivamente los combustibles fósiles que impulsan esa crisis y exigir responsabilidades a gobiernos y empresas cuando se interponen en el camino", concluyó.

(SERVIMEDIA)
18 Sep 2019
MGR/gja