Más allá de la célebre fotografía de los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias, hablando en la cafetería del Congreso de los Diputados el martes por la tarde, mientras se consumaba que el Rey no designaba a Pedro Sánchez candidato a la investidura, sus mensajes públicos desde entonces han tenido un común denominador: la oposición entre bipartidismo y multipartidismo.

En rueda de prensa el miércoles por la mañana, Rivera deploró que Sánchez "no acepta los resultados electorales”, donde los españoles “han votado a muchos partidos” y exigen acuerdos entre ellos. Un reproche que luego amplió al “viejo bipartidismo”, incluyendo al PP, que está “bloqueando el país frente a una nueva realidad, el multipartidismo”. Iglesias ya había reaccionado la propia noche del martes con un tuit en el que reclamó que "hace falta un presidente que entienda el multipartidismo. España ha cambiado y no va a retroceder".

El jueves por la mañana, en una entrevista en TVE, Irene Montero proclamó que desde el 15-M "los ciudadanos han dicho que se acabó el bipartidismo" y por eso los partidos antiguos, “van poniendo obstáculos para que esa situación de cambio político no se asiente en las instituciones” y "tratar de revertir estos avances”. Y el viernes en Antena 3, otra vez Iglesias desmintió que la culpa del bloqueo la tengan los nuevos partidos recordando que en muchas comunidades autónomas hay gobiernos de coalición con Unidas Podemos o Cs.

Uno de los hombres de confianza de Iglesias reconocía esta semana que en las elecciones del 10-N "lo que está en juego es si resucita el bipartidismo", después que de que el presidente en su intervención del martes por la noche en Moncloa culpara del bloqueo a Ciudadanos y Podemos; precisamente los dos partidos que, admite, más podrían perder en la repetición de los comicios porque al PSOE le conviene extenderse en ambas direcciones.

Por eso, Podemos insistirá en la campaña en la importancia de "defender lo que fue un avance", la proliferación de partidos, y en particular mantener "el espacio político plural de la izquierda"; lo que los socialistas siempre han combatido para evitar que la parte más progresista del electorado, sobre todo los jóvenes, tenga una opción distinta a la del PSOE.

En el partido de Iglesias aspiran formalmente al Gobierno de coalición que ha hecho imposible un acuerdo con el PSOE, pero ya hay quien admite que podría no ser posible y que Podemos podría reclamar su perfil diferenciado desde el Parlamento, siempre huyendo de la homogeneización de la izquierda. Con todo, se percibe que estos meses de (no) negociación se le han hecho muy largos a Sánchez y "su imagen se ha desgastado", de forma que aspiran a no perder mucho e incluso repuntar en las elecciones de noviembre.

CIUDADANOS Y VOX

En Ciudadanos, uno de los hombres de confianza de Albert Rivera confirmó a Servimedia que el partido también destinará parte de sus mensajes de campaña a defender el multipartidismo, pero no en alianza con Podemos. "Supongo que ellos lo defenderán, y nosotros lo defenderemos", manifestó. Esta fuente descartó que Ciudadanos vaya a prolongar el giro de última hora que dio como supuesta "oferta de Estado" para salvar la investidura de Sánchez. "El giro se acabó, lo zanjó Pedro Sánchez", subrayó.

Otros diputados de Cs consultados aseguraron que no habían calculado cómo afectará a su competencia electoral con el PP su postrera oferta de abstención técnica ante Sánchez, que todavía no habían diseñado la estrategia de campaña o que les iban a criticar hicieran una cosa o la contraria.

En cualquier caso, Cs tendrá que resaltar su perfil más liberal y laico frente al lado conservador y religioso del PP para marcar distancias, pero a la vez destacar la buena sintonía con él y la capacidad de formar juntos el Gobierno de coalición al que ya le ha emplazado Rivera a Pablo Casado.

Esta capacidad de formar gobierno contrastaría con la imposibilidad de entenderse que han demostrado el PSOE y Unidas Podemos. “Mientras Pedro Sánchez sea el candidato, aquí no va a haber investidura nunca”, subrayó Rivera el miércoles por la mañana al reiterar que si PP y Cs suman mayoría le propondrá un Gobierno conjunto."Ni siquiera cuando gana la izquierda son capaces de gobernar”, había soltado poco antes la portavoz popular, Cayetana Álvarez de Toledo, en la sesión de control.

En Vox se percibe de distinta manera el conflicto bipartidismo/multipartidismo, según uno de los dirigentes de la formación preguntado por Servimedia: "En unos países funciona el bipartidismo, como en EEUU, y en otras funciona el multipartidismo. Yo no defiendo el multipartidismo per se. Defiendo que todas las ideas políticas estén representadas. Lo que pasa es que la ideas que defiende Vox no las defiende nadie más", justificó.

Tampoco dice temer que el PP capitalice el voto útil de la derecha. "Por cada voto que se nos vaya al PP llegará otro de gente que hasta ahora no se atrevía a votar", aseguró, augurando que Vox podría incluso subir en sufragios o, si hay poca participación, hacerlo en escaños aunque no lo haga en votos. Ello sin cambiar, modular ni matizar sus mensajes o prioridades. "No vamos a cambiar el mensaje. Sólo nos puede perjudicar el apagón mediático", denunció, quejándose de que los diarios principales no sacan a Vox en portada.