La Unidad de Operaciones Especiales ha sido relevada periódicamente siempre contando con una cantidad variable de personal del Mando de Operaciones Especiales (MOE), del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (Ezapac) del Ejército del Aire y de la propia FGNE, en función de las capacidades requeridas y de otros compromisos operativos, aunque siempre bajo el mando de un teniente coronel del MOE.

Dependiendo del relevo, la FGNE proporcionaba una unidad que operaba en la zona de Bagdad y un oficial encuadrado en la Plana Mayor como auxiliar de operaciones.

Estas mismas fuentes explicaron que, frente a lo que sucedía en despliegues anteriores, en esta ocasión no se contará con el apoyo, que se mantenía de forma ininterrumpida desde octubre de 2017, del destacamento de la Undécima Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves (FLOAN) de la Armada ni con el personal analista de imágenes de la Brigada de Infantería de Marina (Brimar) y de la Sección de Inteligencia de la Flota.

Durante todo su despliegue la Undécima Escuadrilla y su “Sombra” (código de radio de sus drones o RPAS) han superado las mil horas de vuelo proporcionando misiones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR, por sus siglas en inglés) a las fuerzas de la coalición.