Salud

Científicos de la UGR diseñan y patentan una terapia génica con alto potencial antitumoral merced al apoyo de Mutua Madrileña

Madrid
SERVIMEDIA

Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha desarrollado un sistema de terapia génica para el cáncer que ha demostrado por primera vez la capacidad de la toxina bacteriana LdrB para matar células de diferentes tipos de tumores como el colorrectal, el de cérvix y el de mama, tanto in vitro como in vivo, deteniendo de esta forma el crecimiento del cáncer.

Según informó este martes la UGR, este sistema, patentado y descrito en la revista científica ‘Cancers’ y basado en dicha toxina, detuvo la proliferación de tumores de cáncer colorectal in vivo de forma similar a los principales fármacos de quimioterapia utilizados actualmente, como el Fluorouracilo o Folfox, pero sin causar ningún efecto secundario.

Este estudio, liderado por la doctora Houria Boulaiz Tassi, del grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: Diferenciación, Regeneración y Cáncer’ de la Universidad de Granada y que ha contado con la financiación desinteresada de la Fundación Mutua Madrileña, ha utilizado la terapia génica suicida, que consiste en introducir a nivel celular un gen que no es propio del organismo o que es defectuoso en él.

Una vez dentro de las células, el gen actúa logrando el efecto deseado, en este caso inducir la muerte a las células tumorales. Al actuar dentro de las células tumorales, la toxina LdrB, que hasta la fecha no se había estudiado en humanos, detiene el ciclo celular e induce la muerte celular programada con la formación de poros en las células tumorales, según explicó la UGR.

Junto a ello, otra de las ventajas del sistema desarrollado es que expresa fluorescencia, lo que permite “rastrear” las células tumorales en caso de metástasis, lo que lo hace “muy prometedor” para su posterior aplicación en humanos, a juicio de los investigadores.

Actualmente, los expertos están trabajando para dirigir específicamente esta nueva herramienta terapéutica hacia células tumorales en general y células madre cancerígenas en particular.

Frente a otras toxinas que se utilizan en ensayos clínicos para diferentes tipos de cáncer, como la toxina botulínica o la difteria A, una de las principales ventajas de la toxina LdrB es su tamaño reducido, de solo 35 aminoácidos, lo que permitiría su suministro de forma mucho más fácil que las otras.

En este trabajo han participado científicos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS Granada) y la Unidad de Excelencia 'ModelingNature: from nano to macro' de la UGR, y ha contado también con el apoyo económico de la Junta de Andalucía y la Cátedra Dres. Galera y Requena de investigación en células madre cancerígenas. La Fundación Mutua Madrileña decidió financiar el proyecto en 2017 dentro de su convocatoria de Ayudas a la Investigación en Salud.

(SERVIMEDIA)
01 Oct 2019
MJR/pai