Los activistas plantaron alrededor de 40 tiendas de campaña en una acción que tildan de "festiva"” y con la que reclaman medidas urgentes contra el cambio climático en el marco de una oleada ecologista de "desobediencia civil" organizada en localidades como Madrid, Londres, Buenos Aires, Nueva York, Auckland, París, Berlín, Praga y Melbourne.

Alrededor de las 9.00 horas, unos 200 activistas cortaron el puente de la calle Joaquín Costa, que se eleva sobre el paseo de la Castellana a la altura de Nuevos Ministerios, mientras cerca de un centenar comenzaron a organizar un campamento en los jardines que hay frente al Ministerio de Transición Ecológica. Allí se han instalado rodeados de un importante dispositivo policial que se limitaba a vigilar y prevenir altercados.

Los jóvenes que cortaron el puente permanecieron sentados y entrelazados en varias filas, mientras coreaban proclamas como "rebelión o extinción" y "es la lucha, es por la vida". En medio de la vía situaron un velero de varios metros de eslora, que atravesó la vía sobre la mediana.

Esa acción requirió la presencia de cerca de medio centenar de agentes de la Policía Nacional y varios de la Policía Municipal de Madrid, mientras el tráfico se bloqueaba en los aledaños al puente.

Poco después de iniciar la protesta, policías nacionales comenzaron a desalojar a varios activistas. Posteriormente, los ecologistas celebraron una asamblea improvisada sobre el puente, en la que decidieron continuar con la acción. Acto seguido, los agentes procedieron a levantar a los manifestantes en oleadas, a quienes identificaron y dejaron marchar, aunque fuentes policiales informaron a Servimedia de que hubo "al menos una persona detenida".

El tráfico a los vehículos sobre el puente de Nuevos Ministerios quedó restablecido sobre las 11.30 horas. Los activistas decidieron después sumarse a la acampada, que transcurría con normalidad con ecologistas de diferentes puntos del país, algunos incluso portando sacos de dormir.

ACAMPAR DURANTE "SEMANAS"

En el campamento improvisado se pueden leer pancartas con lemas como 'No hay sueños sin futuro, ni futuro sin planeta' o 'Crisis climática, estamos jodidos'. La mayoría de los acampados son jóvenes y algunos de ellos van ataviados con batas de científicos.

"Estamos aquí debido a la negligencia criminal de los gobiernos y las empresas para afrontar la crisis climática”, relató Miguel, uno de los jóvenes acampados. La convocatoria parte de las plataformas Extinction Rebelion y Rebelión por el Clima, movimientos internacionales que se han replicado en prácticamente todas las grandes ciudades europeas a través del movimiento 'Fridays for Future' y el eco de la joven ecologista sueca Greta Thunberg.

La intención de los acampados es mantener la protesta de Nuevos Ministerios durante "semanas" hasta que el Gobierno anuncie medidas concretas para combatir las emisiones de contaminantes y el cambio climático, así como que se declare la emergencia climática.

Juantxo López de Uralde, diputado de Unidas Podemos en el Congreso, se acercó a la acampada y declaró a Servimedia que esta acción estaba "totalmente justificada" ante el departamento que dirige Teresa Ribera. "El Gobierno y el Partido Socialista hablan demasiado de transición ecológica pero hacen demasiado poco. Se llenan la boca pero llevamos ya 18 meses de pasividad y de falta de acción concreta".

López de Uralde consideró "necesarias" las dos protestas de este lunes en Madrid porque "si no hay movilización social no hay acción contra el cambio climático, porque, desgraciadamente, estamos viendo que la acción política va muy por detrás".

Según informaron los colectivos ecologistas, la acción forma parte de "una ola de desobediencia civil pacífica" que "recorre de nuevo el planeta". "Necesitamos dar un paso hacia la desobediencia civil no violenta frente a la inacción política. Rebeldes de diversos puntos de la península y archipiélagos acuden a esta llamada", anunciaron los promotores.

Los jóvenes han venido protagonizando desde finales de 2018 el discurso contra la crisis climática con una clara consigna: que se escuche a los científicos. El éxito de la primera generación preocupada por el clima ha llegado al punto de que una joven sueca de 16 años, Greta Thunberg, se ha convertido en icono para todo un movimiento que comenzó con unos pocos estudiantes que quedaban los viernes para manifestarse frente al Parlamento sueco.

EL MINISTERIO "ESCUCHA LA CALLE"

Lo que dicen los científicos -y estos jóvenes quieren que se escuche- es que la emergencia climática causará un aumento del nivel del mar de hasta 1,1 metros para el año 2100, tal y como recoge el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU.

Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica informaron a Servimedia que están pendientes de la protesta convocada frente a su sede. También señalaron que mantienen una "escucha activa" y que prestan "atención a lo que se dice desde la calle".