Ángel Laborda y María Jesús Fernández, del Gabinete de Coyuntura y Estadística de Funcas, explican en el último número de "Cuadernos de información económica" que "de cumplirse las previsiones, el ajuste del déficit estructural total entre 2010 y 2011 habrá sido muy importante, al reducirse del 9,4% del PIB al 4,2%".

Partiendo de esta cifra y "aunque el crecimiento del PIB sea moderado, el componente cíclico debería empezar a eliminarse a partir del próximo año".

Por ello, aseguran que "la consecución del objetivo de situar el déficit total en el 3% del PIB en 2013 no debería plantear especiales problemas".

En todo caso, subrayan que si se quiere minimizar el impacto del ajuste sobre el crecimiento de la economía, el ajuste restante "debería recaer en mayor medida que en 2010 y 2011 en el gasto corriente, fundamentalmente en el consumo público".

Ello requiere de medidas y reformas de reestructuración de las administraciones públicas "con el fin de obtener la producción en cantidad y calidad de servicios públicos de forma más eficiente, es decir, con menores costes".