La llegada del presidente del Ejecutivo no fue anunciada por megafonía, pero, a pesar de ello, algunos espectadores le recibieron con abucheos, silbidos e increpaciones. Esta actitud contrastó con la manifestada a la llegada de los Reyes, que sí fue anunciada y fue recibida con entusiasmo por la multitud, que agitaba banderas de España y prorrumpió en un clamor de adhesión a la Monarquía. Felipe VI viste el uniforme de gala de la Armada, con empleo de capitán general.

Asisten al acto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las más altas instituciones civiles y militares del Estado. Entre ellos, todos los ministros, los presidentes del Congreso y del Senado y de otras instituciones como el Tribunal Supremo, así como todos los presidentes de las comunidades autónomas, con la excepción del lehendakari, Íñigo Urkullu; del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra; y del presidente de Castilla y León; Alfonso Fernández Mañueco.

El desfile cuenta con la participación de unos 4.200 efectivos de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de Protección Civil y Salvamento Marítimo. También desfilarán 76 aeronaves y más de 150 vehículos.

El acto consta del tradicional homenaje a la bandera y a los que dieron su vida por España, un desfile aéreo y otro terrestre. Los Monarcas realizarán una posterior recepción en el Palacio Real.

Este año el desfile está consagrado al 30 aniversario de la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones internacionales y tiene como novedades la presencia de la bandera del buque escuela ‘Juan Sebastián de Elcano’ con motivo del V centenario de la primera vuelta al mundo y una mayor visualización de la participación de la Guardia Civil, con motivo de su 175 aniversario.