Discapacidad

La Fundación de la Tartamudez lanza una campaña para acabar con la “discriminación generalizada” en el empleo

- Campaña #RevisaTusPrejuicios

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación Española de la Tartamudez ha puesto en marcha la campaña #RevisaTusPrejuicios, cuyo objetivo es acabar con la “discriminación generalizada” que sufren las personas con tartamudez a la hora de acceder al mercado laboral.

La campaña fue presentada oficialmente este martes en la sede de la agencia de noticias Servimedia de Torre Ilunion, en Madrid, durante un encuentro informativo que tuvo lugar con motivo de la celebración del Día Internacional de la Tartamudez que moderó el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa.

“Para la mayoría de personas con tartamudez, encontrar empleo supone un enorme esfuerzo y resulta frustrante cuando comprueban que en los procesos de selección pasan todas aquellas fases que no son presenciales, pero que, una vez mantienen la entrevista, son relegados. Nuestra tartamudez nos condiciona para conseguir un trabajo, aunque nuestro nivel de formación, experiencia o habilidades requeridas para el empleo sean semejantes o, incluso, superiores a las del resto de candidatos que no tartamudean”, afirmó la vicepresidenta de la Fundación Española de la Tartamudez, Yolanda Sala.

En este sentido, destacó que “el 80% de las personas con tartamudez no superan la primera entrevista personal”, al tiempo que recordó que hasta 2005, esta parte de la ciudadanía estaba excluida del empleo público.

Asimismo, alertó de la especial discriminación que sufren las mujeres con tartamudez con respecto a los hombres e incidió en que esta exclusión no solo influye en la esfera del trabajo, sino que la falta del mismo afecta negativamente al resto de los ámbitos de la vida. Así, denunció que “se produce una falsa correlación entre la forma de comunicarse de la persona con tartamudez y su capacidad para realizar cualquier actividad”.

“QUE ME ATIENDA ALGUIEN NORMAL”

La campaña recoge las dificultades que se encuentran las personas con tartamudez cuando tienen que trabajar de cara al público, evidenciando que la discriminación no solo se ejerce por parte de las empresas, sino de los propios clientes y por parte de la sociedad en su conjunto. De esta forma, la iniciativa hace un llamamiento para que se revisen prejuicios con expresiones como “que me atienda alguien normal” cuando un cliente habla con un recepcionista de hotel con tartamudez.

La vicepresidenta de la Fundación de la Tartamudez reclamó que se impulsen “buenas políticas que puedan dirigir la acción pública hacia la atención y protección de las personas con tartamudez. Esto implica, primeramente, que la tartamudez entre a formar parte de la agenda política con la importancia que se merece, teniendo en cuenta las peculiaridades de la misma y el contexto en donde se desarrolla con el fin de enfocarla y abordarla debidamente”.

Asimismo, puso en valor la colaboración que la fundación mantiene con el Cermi, Ilunion y Fundación ONCE “para favorecer el acceso y la mejora de oportunidades de inserción laboral de las personas con tartamudez de cara a incorporarnos a los diferentes programas desplegados por Fundación ONCE en todo el territorio nacional”.

CERTIFICADO DE DISCAPACIDAD

El gerente del Cermi Estatal, Luis Alonso, felicitó a la Fundación Española de la Tartamudez por haber elegido este año el tema del empleo para su campaña, al tiempo que reclamó que las personas con tartamudez puedan tener derecho a que se les reconozca una discapacidad del 33%, a fin de poder acogerse a los incentivos que existen para la contratación de personas con discapacidad, pues “de lo contrario, seguirán teniendo barreras añadidas por no poder acceder al empleo protegido”.

En este punto, el presidente de la Fundación Española de la Tartamudez, Adolfo Sánchez, criticó que desde el Gobierno no se haya avanzado en la última década para modificar la regulación de la valoración de las situaciones de discapacidad, algo que, al dejar fuera a las personas con tartamudez, supone un perjuicio para ellas. También denunció la diferencia que existe en este sentido entre comunidades autónomas, lo que, a su juicio, perjudica a 500.000 hogares que en España tienen una o más personas con tartamudez en su seno.

Igualmente, lamentó la “exclusión” que sufre esta parte de la ciudadanía del mercado laboral solo por cuestiones de imagen y prejuicios. “Únicamente somos personas que tardamos un poco más en decir las cosas, pero nada más, por lo que exigimos acciones ya”, enfatizó.

El subdirector general de Diálogo Civil del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Javier Rebollo Moral, declaró que desde el ministerio se está trabajando “para subir el porcentaje de personas con discapacidad que trabajan en las administraciones”. Además, indicó que desde el Gobierno se va a impulsar la reforma de la regulación de los reconocimientos de situaciones de discapacidad, contando con el propio Imserso y con las comunidades autónomas.

La coordinadora de empresas de Inserta Empleo en Cataluña, María Dolores García Martínez, señaló que la función de Inserta es impulsar la formación de las personas con discapacidad “para anticiparnos a los cambios del mercado laboral y poder aportar talento siempre”. Destacó que desde Inserta se ha hecho una labor para conocer de primera mano la situación de las personas con tartamudez con respecto al mercado laboral, trabajando conjuntamente con las empresas y con las personas con tartamudez, “ya que es esencial empoderar a los candidatos que participan en un proceso de selección”.

Por su parte, la directora gerente de Feacem, Pepa Torres, calificó de “instrumento histórico” a los centros especiales de empleo (CEE) como generadores de trabajo y de inclusión para las personas con discapacidad, recordando que, en España, el 19% de las personas con discapacidad que tienen empleo, trabajan en un CEE. “Tenemos que seguir potenciando a los centros especiales de empleo como herramienta de inclusión laboral y de inclusión social en general”, aseveró.

Torres hizo un llamamiento para hacer una labor “intensa” de toma de conciencia para que las empresas superen prejuicios, ya que reconoció que existe “un problema a la hora de que estas personas puedan superar los procesos de selección”. Asimismo, reivindicó la necesidad de llevar a cabo adaptaciones, “no solo en el acceso al empleo, sino también en los procesos de promoción y ascenso dentro de las organizaciones”. En su opinión, la clave está en el lema “dame tiempo, escúchame y déjame hablar”.

Por último, el acto contó con la intervención de Paco Campanero, miembro de la Fundación Española de la Tartamudez, quien relató su testimonio como persona con tartamudez que ha sufrido discriminación en el mercado de trabajo. “Es necesario que nos den un poco más de tiempo para que se pueda ver nuestro talento y que las empresas vayan más allá de la primera impresión auditiva”, finalizó.

(SERVIMEDIA)
22 Oct 2019
DMM/gja