Además, Fedace solicita que se elabore un censo de personas con DCA, para así analizar sus necesidades de atención y se dimensionen los recursos necesarios; que se incluya a la familia como parte beneficiaria del proceso de atención, y no solo parte colaboradora, para que también reciba información, formación y apoyo psicológico; y que en los planes de atención sociales y sanitarios se contemplen las necesidades específicas de las personas con mayor vulnerabilidad.

"Queremos tener presente a las más de 100.000 personas que cada año se tienen que enfrentar a cambios radicales de su proyecto de vida causados principalmente por un ictus, un traumatismo craneoencefálico a consecuencia de un accidente laboral o de tráfico, un tumor cerebral u otras lesiones que les causan Daño Cerebral Adquirido (DCA) y hacen que su vida y la de su familia cambie, radicalmente, en cuestión de segundos”, afirma el manifiesto.

Asimismo, Fedace presentó un folleto de experiencias de buenas prácticas, entendidas como iniciativas puestas en marcha que han tenido buenos resultados en la atención a personas con DCA y cuya práctica “es recomendable o adecuada” para ser replicada en contextos similares.

Algunas de esas experiencias incluidas en el díptico son las I Jornadas de Deporte Inclusivo de Adacea Jaén, el taller ‘Te regalo mi mirada’ de la Federación Andaluza de Daño Cerebral, diversas campañas de información y prevención sobre el ictus o el modelo de atención centrado en la persona del centro de día especializado para DCA del centro de la Fundación Ateneo Castellón.