Así lo demandó este martes el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, en el transcurso de su intervención en el XVI Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación en la que también subrayó que, si existe dicho reconocimiento, “habrá más inversiones”.

“Si no lo hay, las inversiones se irán a los países donde sí existe ese reconocimiento y perderemos una gran oportunidad”, añadió para, a continuación, reconocer que le “gustaría” que todos los partidos políticos “entendieran que es un sector lleno de oportunidades, que tiene un impacto muy positivo sobre la economía y lo podría tener más aún si se dieran las circunstancias adecuadas”.

“Competimos por las inversiones con nuestros colegas de otros países y necesitamos argumentos sólidos para que las inversiones vengan a España y no vayan a otros países”, agregó, al tiempo que insistió en que la investigación clínica es una “magnífica carta de presentación y nos pone en ventaja con otros países”.

El presidente de Farmaindustria explicó que este sector “aprecia mucho la estabilidad política y valora el que pueda haber gobiernos con una visión estratégica de medio y largo plazo”.

En este punto, con respecto a los disturbios que vive Cataluña tras la sentencia contra los responsables del ‘procés’, Sellés aseveró que las compañías con inversiones en esta región “las están manteniendo y no consta que eso vaya a cambiar sustancialmente en el corto plazo”.

No obstante, demandó la “mayor estabilidad política posible para poder tener planes de inversión y estrategias a medio y largo plazo”. “Si queremos competir en igualdad de condiciones con otros países necesitamos un entorno político que facilite esas inversiones en España”, incidió.

NUEVO CONVENIO

En otro orden de cosas, el responsable de Farmaindustria también defendió que el nuevo convenio con la administración central para fomentar la sostenibilidad del sistema “debería incluir” a todos los “agentes” del mismo y no solo a las compañías que impulsan fármacos “de marca”, responsables del 65% del gasto farmacéutico.

A su juicio, debería contemplar lo que estas empresas "aportan” a la economía para que esta sea “más productiva y competitiva" y se mostró “seguro” de que industria y Gobierno podrán trabajar para “hacer compatible innovación y acceso de los pacientes a esa innovación con la sostenibilidad del sistema sanitario” ya que las propuestas del sector son “asumibles, razonables y poco discutibles”.

Asimismo, Sellés lamentó que el gasto público en medicamentos en 2018 estuvo en los mismos niveles que en 2009 y solo haya crecido un 2% en una década e hizo hincapié también en el porcentaje de desabastecimiento de medicamentos, que se sitúa en el 3% del total de presentaciones, aunque se trata de un “fenómeno complejo que afecta a todos los países”.

Con respecto al plan del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de estímulo a los genéricos y biosimilares, manifestó su “opinión muy negativa” dado que, a su entender, este nace con un “enfoque incorrecto” y “es malo para los pacientes, para el sistema sanitario en general y para las compañías innovadoras, muy especialmente, para las nacionales”.

“No queremos privilegios para nosotros pero tampoco para los genéricos”, consideró, al tiempo que se confesó “seguro de que habrá diálogo con el Ministerio" y de que en en el marco de este diálogo "prevalecerá el sentido común, la seguridad de pacientes y el mantenimiento del tejido industrial”.

Por su parte, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, señaló que carece de sentido un apoyo "complementario" de la administración al sector del genérico "en detrimento de aquellos que aportan un valor adicional al paciente a través de la marca”.

En este contexto, exigió que las actuales “condiciones de competencia se mantengan para que el médico determine en cada caso cuál es la mejor prescripción”.