Ciencia

Una investigación vincula la exposición prenatal a la contaminación con trastornos del comportamiento

MADRID
SERVIMEDIA

Una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) vincula la exposición prenatal a la contaminación atmosférica con modificaciones en el cuerpo calloso, una zona del cerebro cuya alteración se relaciona con trastornos del neurodesarrollo como el de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el del Espectro Autista (TEA).

Según explica la primera autora del artículo, publicado en 'Environmental Research', Marion Mortamais, se centraron en la exposición durante el embarazo porque “se trata de la época en la que las estructuras cerebrales se están formando, y los daños provocados por la exposición a altos niveles de contaminación podrían ser permanentes”.

Según Jesús Pujol, director de investigación de la Unidad de Resonancia Magnética del Hospital del Mar, investigador del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y responsable de realizar las resonancias magnéticas, “conocer los daños cerebrales causados durante la etapa prenatal podría ser muy útil a la hora de predecir y tratar problemas conductuales que normalmente se diagnostican más tarde, en la infancia”.

De acuerdo con los resultados del estudio, la exposición prenatal a las partículas finas, especialmente durante el último trimestre del embarazo, puede inducir cambios estructurales en el cuerpo calloso observables en niños de entre ocho y 12 años. Concretamente, un aumento de 7 μg/m3 en los niveles de estas partículas se asoció con una reducción de casi el 5% del volumen medio del cuerpo calloso.

“Nuestros resultados son preocupantes por diversas razones”, alertó Jordi Sunyer, líder de la investigación y jefe del programa de Infancia y Medioambiente de ISGlobal. “En primer lugar, porque provienen de casos de exposición prenatal crónica a niveles de PM2,5 que no exceden el valor límite establecido por la Unión Europea (25 μg/m3). En segundo lugar porque, aunque no se trate de una alteración específica de estos trastornos, la reducción del volumen del cuerpo calloso es una característica común del TDAH y del TEA. Por último, los niños y niñas con el volumen del cuerpo calloso reducido en un 5% mostraron unos niveles de hiperactividad más altos”.

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2019
MAN/gja