Iglesias cree que Sánchez hizo un "guiño" al PP nombrando a Calviño que "entristeció" a su electorado

MADRID
SERVIMEDIA

El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno en las elecciones del próximo domingo, Pablo Iglesias, cree que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, “entristeció” a su electorado más progresista al anunciar que Nadia Calviño sería su vicepresidenta económica, porque es un nombramiento que solo se puede interpretar como un “guiño” a los poderes económicos para un acercamiento al PP.

En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, Iglesias reiteró su tesis de que Sánchez busca y desea una “coalición blanda” con el PP, es decir, un apoyo de ese partido a la investidura y a las políticas económicas a cambio de algunas medidas “contundentes” por ejemplo en Cataluña, motivo por el que anunció también propuestas “raras” en ese sentido, como volver a penalizar la convocatoria de referéndums sin autorización o “traer” a Carles Puigdemont ante la Justicia española.

Sin embargo, cree que al PP puede no interesarle ese acercamiento al PSOE, por ejemplo si a su derecha tiene a un Vox fuerte. En todo caso Sánchez solo mirará a Unidas Podemos si tiene “necesidad” de ello, por ejemplo porque tema que un acercamiento al PP implique sacar al PSOE de las opciones de gobierno durante años.

Lo cierto, en su opinión, es que por la mera voluntad de Sánchez no habrá acuerdo con Unidas Podemos, y que una coalición progresista solo pasa porque “nosotros estemos fuertes” y “no le quede más remedio”.

Iglesias no cree que haya dos “pedros diferentes”, uno más de izquierdas que se exhibió en 2016 y otro más centrista o “girado a la derecha” ahora, sino que el líder del PSOE “utiliza unos marcos u otros en función de la coyuntura”, y por eso aunque ahora no oculte que desea un acuerdo con el PP, afirmó Iglesias, si después de las elecciones la única alternativa es pactar con Unidas Podemos lo hará.

Poniéndose a sí mismo como ejemplo de quien ha cometido ese tipo de “errores”, juzgó un “error” de Sánchez anunciar antes de las elecciones que Calviño sería su vicepresidenta, no solo por dar por hecha la victoria sino porque es una propuesta que “asusta a algunos sectores de izquieras”.

Señalar a Calviño, argumentó, es un “guiño” a los poderes económicos, españoles y europeos, igual que la petición a Pablo Casado de que levante el cordón sanitario a la socialdemocracia es “sugerir un acuerdo”. Ambos elementos juntos, concluyó, seguro que han “entristecido” a los electores más izquierdistas del PSOE.

SIN VETOS

En contraposición a Calviño, aseguró que en Unidas Podemos “nos entendemos” con la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, que “nos da duro a veces” pero que es “una señora progresista”. Siguiendo con el argumento de las “coyunturas” que orientan los posicionamientos de Sánchez, Iglesias cree que la actual responsable de Economía sería una u otra en función de los acuerdos a los que llegue el PSOE.

En todo caso, dejó claro que todo es “pura deducción” y que, en caso de que hubiera un acuerdo con Unidas Podemos, “jamás pondríamos un veto” a quien el presidente del Gobierno quisiera nombrar, como tampoco de su lado volverán a aceptar ningún veto por parte del PSOE, advirtió.

Iglesias insistió en la necesidad de que todos los líderes democráticos reiteren que a la extrema derecha e la combate con políticas, tanto económicas como sociales, que el mayor antídoto contra los postulados de Vox no es “una bandera grande” sino asegurar que los ciudadanos tienen trabajos y sueldos dignos y servicios públicos de calidad.

Por eso, cree que la estrategia del PSOE de “decir que viene el lobo” pero al mismo tiempo proponer a la Comisión Europa la implantación de la “mochila austríaca”, que implica que el trabajador se paga su propio despido, “es una contradicción”.

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2019
CLC/gja