Educación

El cardenal Sarah denuncia que "la escuela y la universidad atraviesan la crisis de una sociedad sin Dios"

- El prefecto de la Congregación vaticana del Culto Divino y los Sacramentos presenta el 21 Congreso 'Católicos y Vida Pública' de la Universidad CEU San Pablo

MADRID
SERVIMEDIA

El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, destacó este jueves la importancia de la educación en la misión de la Iglesia, en un momento en el que “la escuela y la universidad atraviesan una crisis muy profunda, la de una sociedad laicista, secularizada, sin Dios”.

Así lo dijo durante la conferencia que pronunció en Madrid para la presentación del 21 Congreso 'Católicos y Vida Pública', que se celebrará durante los días 15, 16 y 17 de noviembre en el Campus de Moncloa de la Universidad CEU San Pablo.

El cardenal señaló que esta crisise proviene del “constante cuestionamiento de los valores fundamentales que durante miles de años han apoyado, enseñado, educado y estructurado al hombre internamente”.

También comentó que debemos ser capaces de medir su gravedad, “dada la atmósfera atea o de indiferencia hacia las cuestiones religiosas o morales en la que se encuentran impregnadas la educación y las estructuras escolares”. En este sentido, el prefecto destacó la necesidad de entender que “el núcleo del acto educativo es que la persona educada adquiera las virtudes que le permitan desplegar y estructurar su humanidad y su personalidad de acuerdo con la verdad que les es intrínseca”.

Para ello, además de la escuela y la universidad, “la familia es la primera célula que puede proporcionar esta fantástica carga emocional, en medio de la confusión de ideas, de ideologías, del desorden de información e impresiones que asaltan por todos lados a muchos jóvenes”. Sin embargo, el prefecto apuntó que “por desgracia, está desestructurada, demolida, desmantelada; y con frecuencia, en nuestros días, pide ser reemplazada por la escuela”.

Para el prefecto, el Occidente posmoderno ha optado por el abandono sistemático de la herencia moral del cristianismo y las raíces cristianas. En esta línea, el cardenal Sarah indicó que, en las últimas décadas, “algunos en la Iglesia han abandonado el campo de la educación, influidos e impresionados por la crisis de transmisión y por la revolución cultural que hemos conocido en muchos de nuestros países”.

Para promover la verdad de la persona, el cardenal llamó a la necesidad de una educación en virtudes intelectuales y morales, que considere lo humano en toda su rectitud. “La crisis antropológica y moral sin precedentes que atraviesa nuestro tiempo exige que la Iglesia asuma una mayor responsabilidad y compromiso para proponer su enseñanza doctrinal y moral de modo claro, preciso y firme”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
07 Nov 2019
AHP/mjg