El deshielo del Ártico propaga un virus mortal entre mamíferos marinos

MADRID
SERVIMEDIA

La pérdida de hielo marino en el Ártico facilita la dispersión de un virus mortal que abre camino a la transmisión de enfermedades en mamíferos marinos en el Pacífico Norte, como leones marinos, focas y nutrias.

Así lo asegura un estudio liderado por la Universidad de California en Davis (Estados Unidos) y publicado en la revista 'Scientific Reports'.

El virus del moquillo focino (PDV, por sus siglas en inglés) es un patógeno responsable de matar a miles de focas de puerto europeas en el Atlántico Norte en 2002 y fue identificado en nutrias marinas del norte de Alaska en 2004, lo que generó dudas sobre cuándo y cómo les llegó el virus.

El estudio, que abarca 15 años, destaca que la remodelación radical del hielo marino puede haber abierto caminos para el contacto entre focas árticas y subárticas que antes era imposible, lo que permite la introducción del virus en el Pacífico Norte.

"La pérdida de hielo marino está llevando a la fauna marina a buscar y forrajear en nuevos hábitats y eliminar esa barrera física, permitiendo nuevas vías para que se muevan", apunta Tracey Goldstein, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis, quien añade: "A medida que los animales se mueven y entran en contacto con otras especies, tienen la oportunidad de introducir y transmitir nuevas enfermedades infecciosas, con impactos potencialmente devastadores".

Los investigadores tomaron muestras de mamíferos marinos infectados por el PDV entre 2001 y 2016, como focas de hielo, lobos marinos del norte, leones marinos de Steller y nutrias marinas del norte desde el sudeste de Alaska hasta Rusia a lo largo de las islas Aleutianas y los mares Bering, Chukchi y Beaufort.

Evaluaron el hielo del océano Ártico y las rutas de aguas abiertas desde el Atlántico Norte hasta el Pacífico Norte. Los datos de telemetría satelital ayudaron a los investigadores a vincular el movimiento de los animales y los datos de los factores de riesgo para demostrar que los animales expuestos tienen el potencial de transportar largas distancias el virus del moquillo focino.

Los autores identificaron la infección generalizada y la exposición al virus a través del Pacífico Norte a partir de 2003, con un segundo pico de exposición e infección en 2009, lo que coincidió con reducciones en la extensión del hielo marino del Ártico.

"A medida que el hielo marino continúa su tendencia a derretirse, las oportunidades para que este virus y otros patógenos se crucen entre los mamíferos marinos del Atlántico Norte y el Pacífico Norte pueden volverse más comunes", recalca Elizabeth VanWormer, investigadora postdoctoral en la Universidad de California en Davis durante el estudio y actualmente profesora asistente en la Universidad de Nebraska, quien concluye: "Este estudio destaca la necesidad de comprender la transmisión de PDV y el potencial de brotes en especies sensibles dentro de este entorno que cambia rápidamente".

(SERVIMEDIA)
10 Nov 2019
MGR/mjg