Con tal motivo, la Fundación ha difundido a lo largo de la semana en sus redes sociales los testimonios de 19 empleados de Mapfre en España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay que han querido compartir sus vivencias.

Así, a través de varias piezas de vídeo se relatan historias como la de Vanessa Pappaterra, cuyas dos hijas murieron por culpa de un conductor que se saltó un semáforo; Jenny Rocío Hernández, que perdió una pierna por un conductor que excedió el límite de velocidad y perdió a su padre en el mismo siniestro o Paula Andrea Latorre, cuyo novio falleció en un siniestro de moto debido a una carretera mal señalizada.

Tras precisar que los siniestros de tráfico acaban cada año con la vida de 1,3 millones de personas, Mapfre señaló que el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico se celebra cada año, desde 2005, por iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Esta jornada no solo se dirige a los millones de víctimas mortales o personas heridas en siniestros de tráfico sino también a sus familias y su entorno y, a juicio de la fundación, supone un reconocimiento a la “importante labor” de los servicios de emergencia, policías y profesionales que, a diario, trabajan para ayudar a estas personas en un “momento traumático”.