Así se refleja en el Observatorio sobre el Ciclo Económico en España publicado este lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), BBVA Research y la Fundación Rafael del Pino, en el que destacan que “los factores de oferta muestran una contribución negativa al crecimiento desde finales de 2018”.

En este sentido, señalan que “aunque por el lado positivo destaca la contribución de las perturbaciones relacionadas con la eficiencia en la inversión y la acumulación de capital, distintos aspectos ligados a la competencia en los mercados y, especialmente, la evolución de los márgenes de salarios, han aumentado su contribución negativa al crecimiento durante los últimos trimestres”.

Por el contrario, añade el informe, “los factores relacionados con la demanda agregada han aumentado su contribución positiva al ciclo, pero sólo han sido capaces de compensar parcialmente la contribución negativa de los factores de oferta, de manera que el PIB por persona en edad de trabajar se desacelera y crece a una tasa similar a la de su promedio histórico”.

Así, consideran que la economía española se encontraría cercana a “una situación cíclica neutral, creciendo alrededor de su potencial”.

En lo que respecta al mercado de trabajo, el Observatorio señala que en los dos últimos trimestres la tasa de desempleo “ha aumentado ligeramente en términos desestacionalizados, mientras el aumento de la relación vacantes/desempleo muestra un mercado de trabajo más tensionado”.

Por último, destaca que la activación durante las últimas décadas de una regla macroprudencial, que hubiera reaccionado a una combinación de la brecha en producción y en crédito, habría tenido durante los dos últimos ciclos “un impacto limitado en el crecimiento y mucho más estabilizador sobre el ciclo del crédito”.