La vista ha quedado suspendida hasta las 16.00 horas, momento en que se reanudará la sesión para escuchar los informes finales y la última palabra, de la que Torra ya ha anunciado que hará uso.

La acusación de Vox ha renunciado al interrogatorio de todos los testigos previstos para esta tarde. Por lo tanto no acudirá al tribunal ni el portavoz de Ciudadanos Carlos Carrizosa, ni la exdelegada del Gobierno en Cataluña Teresa Cunillera, ni la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, ni el sindic Rafael Ribó, ni el conseller de Interior, Miguel Buch, que de todos modos había excusado su presencia por motivos de salud.

El último testigo de la mañana ha sido el comisario de los Mossos, Miquel Esquius, quien ha reconocido que recibió la orden de la Junta Electoral Central de retirar las esteladas y los lazos amarillos. También recibió un email del conseller d’Interior en el que le trasladaban esa misma orden.

"Nos dieron la instrucción de que nos dirigiéramos a Presidencia para que desde allá dieran instrucciones a todos los departamentos de que retiraran la simbología, con la advertencia de que si no lo hacían lo harían los Mossos”. Esquius ha asegurado en contra de lo dicho por Torra que “era muy fácil cumplir la orden”. El president dijo esta mañana que la instrucción era imposible de cumplir "por ilegal".