En una rueda de prensa en Madrid para presentar los detalles de su oferta por BME, Dijsselhof defendió que constituye “una gran oportunidad para todos, BME y Six, así como para el mercado español y suizo”.

En referencia al plan estratégico de BME, no descartó incluso poder acelerar su cumplimiento si la suma de recursos de ambas compañías lo permite.

En esta línea, descartó que la operación pueda suponer algún tipo de recorte en la plantilla de 350 empleados de BME, ya que, aunque es posible que haya mejoras de eficiencia, el objetivo de la operación es generar crecimiento.

Por todo ello, sostuvo que “es una propuesta muy conveniente para ambas compañías ya que les permitirá crecer en los mercados locales, en Europa y en otros mercados emergentes”.

En cuanto a su oferta de 34 euros por acción y la posibilidad de aumentarla en caso de que haya contraofertas como la de Euronext, afirmó que supone “un precio justo” y que resulta “muy atractiva” para los accionistas, puesto que supone un plus del 48% con respecto a su cotización en los últimos seis meses y del 34% con respecto al cierre del viernes.

Asimismo, valoró la “gran complementariedad” de los modelos de negocio de ambas compañías lo que les permitirá “proteger y mantener su posición de liderato en nuestros mercados a la vez que convertirse en un gran operador europeo”.

Preguntado por si ya ha tenido contactos con el Gobierno español y con los accionistas de referencia como los March, aseguró que todavía no, aunque mostró su disposición a cumplir los posibles requerimientos que les realice el Ejecutivo y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Sobre la posibilidad de excluir a BME de la Bolsa, aseguró que esta no es su intención, aunque admitió que lo podría considerar si el nivel de aceptación de la opa alcanzara el 90%.

“El proceso empezó ayer y vamos paso a paso porque somos suizos y fiables”, concluyó Dijsselhof, quien sostuvo que su oferta ha sido bien recibida por el consejo y el equipo gestor de BME.