Nada más conocerse la sentencia de ese caso, el portavoz de Justicia de Ciudadanos, Edmundo Bal, subrayó que se trata de "uno de los mayores escándalos de la democracia", con condenas que suponen las penas "prácticamente máximas" para esos delitos.

Se trata, denunció, de un "robo de dinero público" importante no sólo por la cantidad, que la Fiscalía cifró en unos 680 millones de eros, sino por lo cualitativo, porque ese dinero que acabó en las manos de "irresponsables" iba destinado a colectivos especialmente vulnerables, como son los desempleados que necesitaban de formación para regresar al mundo laboral. Es "especialmente indignante y vergonzoso" que ese dinero se gastara "en drogas, alcohol o prostitución", remachó.

Bal alertó de que esta pieza es sólo "la punta del iceberg" de un caso más amplio en el que, cuando se vayan viendo las ramificaciones, "nos vamos a escandalizar mucho más" porque saldrá a la luz "una auténtica red clientelar" tejida por cargos del PSOE durante sus 37 años de gobierno en la Junta de Andalucía.

Exigió por ello a la actual dirección del PSOE la asunción de responsabilidades políticas, ya que entre los condenados hay tres personas que han sido ministros de distintos gobiernos socialistas y dos de ellos fueron, además, presidentes del partido. En ese sentido, preguntó a Sánchez si piensa mantener como ministra a María Jesús Montero, que fue consejera con los presidentes condenados y "conocía las cuentas".

Bal pidió a los socialistas que no se escuden en la competencia "atroz" con el PP sobre sus respectivos casos de corrupción y reclamó a Sánchez, como máximo responsable actual del PSOE, que pida perdón y que sea "coherente" con su exigencia al PP.

Después de recordar que fue Ciudadanos quien "sacó de la política" a los ahora condenados Manuel Chaves y José Antonio Griñán -que de otra forma habrían intercalado el banquillo de los acusados con su escaño- Bal recordó que Albert Rivera pidió a Sánchez que dijera si dimitiría si había condenas en este caso, y recuperó esa idea para reclamarle expresamente que lo haga.