Previsiones macroeconómicas

La OCDE rebaja al 2% el crecimiento para España este año y al 1,6% en 2020 y 2021

- Prevé que el déficit baje al 2,2% este año, frente al 2% comprometido por el Gobierno

- Insta a coordinar las políticas de empleo y servicios sociales y reforzar las capacidades digitales de los empleos expuestos a la robotización

MADRID
SERVIMEDIA

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado su previsión de crecimiento para España este año en dos décimas, hasta el 2,2%, y en tres para el bienio siguiente 2020-2021, cuando espera que el avance se limite al 1,6%.

El diagnóstico, recogido en su informe de perspectivas de otoño divulgado este jueves, resulta más pesimista que el Gobierno, cuya estimación de expansión del PIB se sitúa en el 2,1% para este año y al 1,8% para el ejercicio 2020.

La revisión a la baja la atribuye a la “moderación” en el crecimiento que observa por “un ritmo más lento” en el consumo y el “bajo” desempeño en las exportaciones, sobre todo, con el frenazo en Europa, que es el principal mercado para los artículos y servicios españoles.

Para el organismo la demanda interna “seguirá siendo el principal impulsor de crecimiento”, aunque se moderará a medida que la demanda acumulada disminuye y ante la tendencia a los hogares a ahorrar. Tras el ahorro y el aumento de los ingresos reales disponibles de las familias, apunta que figura la “creación continua de empleo, los aumentos salariales y la baja inflación”.

Su estudio prevé que la inversión empresarial sea “menos dinámica que en el pasado”, pese a las favorables condiciones de financiación, y que las exportaciones netas se ralenticen hasta el punto de caer, incluso, en el año 2020 por el contexto internacional y europeo, aunque pronostica su recuperación un año después. “El Brexit –añade- podría afectar negativamente al sector turístico”.

Según detalla, la “caída de la confianza y un débil crecimiento externo han afectado negativamente al sector manufacturero, pero los servicios continúan funcionando bien”.

REBAJAR EL DÉFICIT Y LA DEUDA

En lo que respecta al equilibrio de las cuentas públicas prevé un déficit del 2,2% para este año frente al 2% comprometido por el Gobierno, para bajarlo al 1,8% en 2020 y al 1,4% un año después. De igual forma cree que el porcentaje de deuda en relación al PIB descenderá en el trienio del 96,6 al 96,4 y finalmente 96,2%, pero advierte que sigue siendo elevada.

En opinión de la OCDE, la “incertidumbre política crea ambigüedad sobre la posición fiscal futura”, y asume que será “ampliamente neutral en los próximos dos años”. Advierte que las recientes mejoras en las finanzas públicas “se basaron en gran medida en las condiciones macroeconómicas favorables” y considera “clave” profundizar en esa disminución del déficit estructural y reducción en el peso de la deuda pública.

“Un mayor crecimiento potencial también puede ayudar a mejorar la sostenibilidad fiscal y aumentar la resistencia a los choques”, aconseja el organismo.

En materia de empleo advierte sobre una desaceleración en la creación de puestos de trabajo que hará que la tasa de desempleo vaya menguando al 14,2% a final de año, y al 14,1 y 13,6% en los dos ejercicios siguientes. En su análisis de primavera reducía esta tasa al 13,8 y 12,7% en el bienio 2019 y 2020.

MEJORAR LAS CAPACIDADES EN EL EMPLEO

La OCDE insta a mejorar “las habilidades” entre los grupos “más vulnerables” o trabajadores “poco cualificados” a fin de mejorar su empleabilidad para “impulsar el crecimiento potencial y reducir las desigualdades”.

A tal efecto invita a introducir un “único punto de contacto” para el empleo y los servicios sociales que proporcione servicios integrados y apoye a los solicitantes de empleo con una “mejor coordinación”.

“La capacitación en habilidades digitales debe estar dirigida a personas menos educadas y personas de bajos ingresos, cuyos trabajos podrían estar más expuestos a la automatización”, precisa.

En el ámbito de la empresa destaca la necesidad de impulsar el crecimiento de la productividad con mayor desarrollo de las competencias y la innovación en las compañías. También aquí aboga por aumentar la coordinación y evaluación en las políticas de innovación regionales y nacionales para elevar la calidad de la innovación.

Asimismo, demanda garantizarse una implementación efectiva de reformas estructurales que aborden la fragmentación de los mercados “para crear economías de escala”.

Su estudio advierte de que la expansión del consumo podría ser “más débil de lo esperado, si la desaceleración en el crecimiento del empleo es más fuerte o si persiste la incertidumbre”. A la inversa, estima que, “dados los sólidos fundamentos, la inversión podría ser mayor si la incertidumbre disminuye, lo que aumentaría confianza empresarial”.

(SERVIMEDIA)
21 Nov 2019
ECR/gja