Los regidores compartieron sus experiencias en esta materia en un encuentro organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y celebrado en el Pabellón España de la Cumbre del Clima, conocida como COP25, inaugurada este lunes y que se celebrará hasta el próximo 13 de diciembre en el recinto ferial de Ifema, en Madrid.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, reivindicó el “liderazgo moral” de las ciudades en la lucha contra el cambio climático, puesto que en los municipios se concentra el 80% de la población española, el 80% del consumo de energía y más de un 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Almeida señaló que la lucha climática tiene una “doble cara de la misma moneda” porque “el cambio climático se está produciendo por la acción del hombre” y porque actualmente ya hay “capacidad, técnica y recursos suficientes” para combatirlo.

En este sentido, tomó prestado el eslogan de la Cumbre del Clima y sentenció que “es el tiempo de la acción”. “No podemos esperar más y tenemos que tomar decisiones que consideremos imprescindibles, incluso las que pueden encontrar cierta resistencia por parte de la ciudadanía”, añadió.

Almeida defendió el plan Madrid 360, que la actual corporación municipal quiere sustituir por el de Madrid Central, y sentenció que el que haya discrepado de la Zona de Bajas Emisiones impulsada por su antecesora, Manuela Carmena, no significa que él no esté “preocupado” por el cambio climático.

SEVILLA

Por su parte, el alcalde de Sevilla y presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima, Juan Espadas, indicó que la capital andaluza se suministra completamente con energía renovable, para lo cual licitó un proyecto por valor de 17 millones de euros, y ha sustituido el alumbrado público por un sistema más eficiente.

Espadas indicó que la movilidad urbana es “uno de los retos de futuro” en las ciudades y que conviene abordar la “reducción drástica de vehículos urbanos” en los cascos históricos, para lo cual consideró necesario mejorar el transporte público.

“Esto tiene resistencias. Hace falta un acuerdo político entre las fuerzas políticas. Ojalá la COP mandatara no hacer de esto un instrumento de discusión a escala urbana. Esto no debe ser objeto de confrontación política. Es un paso de gigante si fuéramos capaces de llegar a un pacto en la lucha contra el cambio climático”, resumió.

MEDELLÍN

Por otro lado, el alcalde de Medellín (Colombia), Federico Gutiérrez, aseguró que esta ciudad ha pasado de ser “la más violenta del mundo” en 1991 a ser “un referente mundial de innovación y acciones frente al cambio climático”.

Gutiérrez recalcó que el transporte público puede “reducir brechas sociales” en América Latina si se aborda adecuadamente, puesto que “quienes más tiempo gastan para desplazarse en las ciudades son los más pobres” y la consiguiente reducción de emisiones contaminantes mejorará la calidad de vida y la igualdad social.

De hecho, Medellín es un municipio rodeado de montañas, lo que facilita la condensación de emisiones, por lo que la corporación local vio hace un lustro la “oportunidad” de cambiar los hábitos de movilidad de sus ciudadanos. “Esto no es un tema sólo de combustibles, sino de cómo cambiar los hábitos. Podemos tener diferencias políticas e incluso religiosas, pero tenemos una cosa en común: el aire que respiramos”, apostilló.

MONTEVIDEO

Por su parte, la alcaldesa de Montevideo (Uruguay), Sandra Nedov, consideró la planificación urbana como herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático y expuso las iniciativas puestas en marcha en Casavalle, situada al norte de la capital uruguaya, en materia de residuos o concienciación ciudadana.

Nedov indicó que adoptar medidas climáticas supone “una oportunidad en el territorio” y para ello “los tres niveles de gobierno tienen que estar comprometidos”.