Así lo reflejan los cruces por recuerdo de voto, recogidos por Servimedia, de la encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que elaboró sobre 7.539 entrevistas realizadas entre el 17 y el 28 de mayo y que contempla un margen de error general del +/- 1,2%.

El estudio vaticinaba que el PP se quedará, con entre 47 y 49 escaños, a entre seis y ocho de los 55 que garantizan la mayoría absoluta del Parlamento andaluz y que la tendrá garantizada con los entre 17 y 21 que pronostica para Vox. Pero, más allá de esta estimación de voto general, resulta curioso que el 44% de los encuestados, 8,4 puntos porcentuales más que el 35,6% de voto que le augura el CIS, señalaron a Moreno como el candidato al que preferirían como presidente de la Junta.

Entre ellos, el 22,1% de los votantes del PSOE en los comicios de 2018; el 69,4% de los de Ciudadanos, muchos de los cuales se han pasado al PP, y el 39,5% de los de Vox, sólo 10 puntos por debajo de los que señalaron a su propia candidata, Macarena Olona, quien reemplaza como cabeza de cartel al juez Francisco Serrano, expulsado del partido.

Lo cierto es que los antiguos votantes de Susana Díaz puntúan con un 5,25 de media a Moreno, sólo un punto sobre 10 por debajo del 6,23 que otorgan a su propio candidato, y que un 31,8% de ellos considera que el PP es el partido que tiene un mejor líder en Andalucía, sólo una décima menos que los que dicen que lo es el PSOE, con Espadas.

También lo piensa el 45,3% de los votantes de Vox en 2018, por encima del 43,8% que opina que es mejor líder Olona, y nada menos que el 75,7% de los andaluces que en su día votaron al candidato de Ciudadanos, Juan Marín.

TRANSFERENCIAS DE VOTO

No toda la buena imagen que tiene Moreno se traducirá en transferencias de voto, pero el 10,9% de los andaluces que votaron a Díaz en 2018 afirman explícitamente que ahora le votarán a él, lo que, añadido el ingrediente de simpatía con que el CIS hace sus estimaciones, depara un cálculo de que el 12% de los antiguos electores del PSOE se pasarán a su gran rival. Sólo el 1,8% de los exvotantes del PP harán el camino contrario.

El trasvase va más allá de la división de los socialistas andaluces entre susanistas y sanchistas, dado que el porcentaje aumenta hasta el 13,7% entre los votantes que en las elecciones generales de noviembre de 2019 escogieron al PSOE liderado por Sánchez y, en cambio, el 19 de junio optarán por el PP de Moreno y no por Espadas, el candidato "sanchista" con el que la dirección federal quiso jubilar a Díaz.

Según este vaticinio, también se decantarán por la papeleta encabezada por Moreno el 51,7% de los antiguos votantes de Ciudadanos en las últimas autonómicas y un nada despreciable 29,7% de los de Vox (frente a un 11,8% de los simpatizantes del PP que ahora votarán por Olona). Si se compara con las generales de noviembre de 2019, los porcentajes también se elevan hasta el 53,4% de los exvotantes de Albert Rivera y hasta el 31,6% de los de Santiago Abascal.

Además, el 39,3% de los encuestados reconocieron que suelen dudar entre dos partidos a la hora de depositar su voto, y de ellos la mitad se debate actualmente entre dos. Entre quienes dudan entre dos formaciones, el 19,1% lo hacen entre el PP y el PSOE, y otro 18,5% entre el PP y Vox.

En concreto, la tercera parte de los andaluces que hace cuatro años votaron la candidatura encabezada por Susana Díaz y dudan entres dos partidos también atestigua que el próximo día 19 podía decantarse por su sucesor como presidente de la Junta, y nada menos que el 85% de los electores de Vox en 2018 que se encuentran en esa situación dubitativa dudan entre esa formación y el PP.