Lo hizo en rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con el Rey en el Palacio de la Zarzuela dentro de la ronda de consultas que éste mantiene para nombrar un candidato a la investidura. Para él, un Grupo Mixto tan amplio, que dejaría apenas un minuto de tiempo de intervención a cada uno de sus portavoces, “lesiona el derecho a la representación política de los integrantes del grupo”.

“El Grupo Mixto debe ser fracturado porque se puede hacer”, sentenció, aun advirtiendo de que al final dependerá “de la voluntad política de la Mesa”. En su opinión, “no es tan importante que haya coherencia ideológica” entre los partidos que se desgajen del Mixto para conformar otro grupo, sino que “es más una cuestión de utilización de recursos y del tiempo”.

Como él no puede entrar de momento en el grupo regionalista de UPN, PRC, Teruel Existe y su compañera de coalición Ana Oramas, por no haber alcanzado el 15% de votos en su circunscripción, y tampoco podría formar parte de un grupo distinto al de ella, por esa candidatura conjunta que presentaron, Quevedo dijo que él no tiene más interés por una opción u otra.

Una es el citado grupo regionalista, y la otra que se registre uno formado por 15 diputados cualesquiera y del que luego se desgajen algunos para volver al Mixto. Cualquiera de ellas dividiría el Grupo Mixto en dos, que es lo que él quiere. “Háganlo como consideren pero den a los diputados oportunidad de ejercer con dignidad”, emplazó, deseando que la Mesa del Congreso “sea sensible” y opte por una decisión u otra y divida el Grupo Mixto, que, si no, sería “imposible de manejar”.