Tras fracasar el secretario general del PSOE en la primera votación, en la que se requería mayoría absoluta, fuentes populares lamentaron lo sucedido en la Cámara baja. Criticaron que Sánchez no hiciera mención alguna a la tensión vivida en el hemiciclo por las palabras de EH Bildu sobre el discurso del Rey del 3 de octubre de 2017.

Esta mañana, se encendieron los ánimos cuando la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, opinó que “en España está muy arraigada la costumbre de recurrir a medidas autoritarias, como se puso de manifiesto con el discurso del Rey el 3 de octubre” de 2017, dos días después del 1-O.

Según las mencionadas fuentes populares, la sesión ha sido “desoladora” y “especialmente grave” es la actitud de Sánchez con respecto a EH Bildu. “El sistema constitucional ha sido agredido”, opinaron, y dieron por “acabado” al “PSOE constitucional” porque “ha cedido a las tesis del conflicto político”.

Por todo ello, desde el PP señalaron que el nuevo Gobierno que previsiblemente se formará una vez Sánchez logre el martes más síes que noes en la segunda votación será “una ultra coalición”. Valoraron que “es falsa la palabra progresista” que emplean PSOE y Unidas Podemos para referirse al próximo Ejecutivo.

Según los populares, el término progresista se usa para “tapar la coalición ultra contra el Estado constitucional que ha forjado Sánchez”. Se trata, incidieron las citadas fuentes, “de una investidura contra el Estado de derecho”.

En esta situación, el partido de Pablo Casado se ha propuesto “liderar a todos los españoles que se sientan inquietos por la formación de un gobierno contrario al orden constitucional”. Para ello, se ahondará en la ofensiva parlamentaria y la movilización en las calles, sin descartar otras vías si se aprobasen acuerdos contrarios a la Carta Magna.