La operación generará a ACS un beneficio neto total de 330 millones de euros, según ha detallado hoy la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La transacción la instrumenta a través de la filial ACS Servicios, Comunicaciones y Energía e incluye los proyectos fotovoltaicos en funcionamiento y aquellos otros que espera que se vayan desarrollando y poniéndose en funcionamiento hasta el año 2022, así como algunos para 2023.

En conjunto dichos activos y proyectos contarán con capacidad para generar 2.930 megavatios (MW), 100 de ellos con los proyectos cuya entrada en funcionamiento está prevista para el año 2023.

Su ejecución se encuentra pendiente de la ratificación por su órgano de gobierno antes del fin de este mes y a las autorizaciones habituales en este tipo de contratos, detalló ACS.

Las compañías estimaron cuando anunciaron la transacción en unos 750 millones de euros el 'equity value' de los activos y proyectos involucrados.

ACS prevé repercutirse un impacto positivo de 250 millones de euros netos en el beneficio correspondiente al ejercicio cerrado al 31 de diciembre pasado de manera anticipada de los 330 millones que finalmente obtendrá con la desinversión.