Así figura en la memoria sobre el proyecto de real decreto por el que se fija el SMI para 2020, puesto en audiencia pública este viernes.

El Ministerio justifica la subida del SMI, pactada con los agentes sociales, en que tiene como objetivo “hacer efectivo el derecho a una remuneración equitativa y suficiente que les proporcione a los trabajadores y a sus familias un nivel de vida decoroso” y alinearse con lo establecido por el Comité Europeo de Derechos Sociales para que el SMI alcance el 60% del salario medio.

La memoria recoge que la subida del 5,56% sería superior a la inflación del 1,1% prevista por la Comisión Europea para este año, en un contexto en el que “se mantendría una productividad aparente por ocupado prácticamente estable, acompañada de una creación de empleo de entre el 1,5% y el 2% anual en los próximos años”.

En concreto, indica que la actualización del Programa de Estabilidad del Reino de España prevé, por un lado, la creación de alrededor de 1,5 millones de empleos en los próximos cuatro años, superando en 2022 la cifra de 21,4 millones de ocupados y, por otro lado, un crecimiento de la productividad por ocupado equivalente a tiempo completo del 0,1% anual en el periodo 2019-2022.

Respecto al impacto de la subida del SMI, el texto destaca que “en un mercado de trabajo como el español, con tasas de temporalidad tan elevadas, es previsible que el posible efecto sobre las bajas se produzca más a través de la finalización de los contratos temporales en vigor que mediante despidos por lo que necesariamente tendrá lugar con un decalaje”.

La memoria del Ministerio también indica que, como consecuencia de las últimas subidas del SMI, “España se sitúa en la parte alta del grupo medio de nivel de SMI en la UE, acorde con su PIB per cápita, y ha evolucionado de forma más favorable que muchos países de la UE”, al tiempo que recuerda que algunos países europeos no tienen SMI como Suecia, Finlandia o Dinamarca.