"Habría que calibrar los efectos que puedan tener actuaciones así”, aconsejó durante la presentación de resultados del grupo bancario correspondiente al año 2019.

El banquero indicó que “se habla mucho de aumentar los impuestos” para reducir las desigualdades y asegurar un crecimiento inclusivo, cuando dicho problema habría que atacarlo con “reformas en la educación”.

Para Torres la educación es la gran asignatura pendiente de España, como atestiguan las altas tasas de abandono escolar y la falta de adecuación a la oferta laboral, que, al final, “se traducen en una falta de oportunidades y la mejor forma de corregir las desigualdades es dar oportunidades a todos”.

Como refuerzo a esta tesis indicó que España ya soporta una presión fiscal asimilable a la de los países más volcados en corregir las desigualdades con la redistribución.

El coeficiente de Gini, que sirve para medir la desigualdad de renta en un país, presenta en España 52 puntos antes de la transferencia de rentas por medio del sistema tributario porque “tenemos una tasa de paro enorme” y “mucha precariedad laboral”, ilustró.

Sin embargo, con la recaudación existente de tributos y su redistribución, la tasa cae del 52 a 34% y se corrige en 18 puntos, en línea con los países nórdicos. A título de ejemplo indicó que en Suecia su redistribución fiscal reduce la brecha en 15 puntos, la de Noruega en 16 y Dinamarca, que es el “paradigma de igualdad” lo hace en 19 puntos.

“Eso ilustra que están bien los impuestos y los beneficios sociales”, concluyó antes de reiterar que “la forma de alcanzar un crecimiento inclusivo, es dar igualdad de oportunidades” con la reforma en la educación.

Al margen de los proyectos fiscales, el banquero reconoció “elementos buenos clarísimos” en la agenda del Gobierno citando entre ellos los que tienen que ver con el equilibrio presupuestario, la agenda de sostenibilidad medioambiental y social, buscar el crecimiento inclusivo, la agenda de igualdad o la potenciación de la digitalización.