Salud

El bloqueo de la proteína PASK en ratones ancianos previene la diabetes asociada al envejecimiento

Madrid
SERVIMEDIA

La inactivación de la proteína PASK disminuye la intolerancia a la glucosa y la resistencia a la insulina asociadas al envejecimiento, mejorando así los mecanismos antioxidantes hepáticos y previniendo el desarrollo de la diabetes tipo 2.

Así lo desvela una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Cíber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) que ha logrado prevenir la aparición de la enfermedad a partir de la inactivación de dicha proteína en ratones ancianos.

Los resultados, demostrados en modelo animal y publicados en la revista científica ‘Aging’, convierten a este tipo de proteína en una “potencial diana” para reducir el daño y las alteraciones moleculares que se producen durante el envejecimiento, según informó este martes la Universidad Complutense a través de un comunicado en el que apuntó que los investigadores ya habían probado que esta misma proteína prevenía el desarrollo de diabetes y obesidad en ratones más jóvenes sometidos a dietas con alto contenido graso.

La investigadora principal del grupo Ciberdem, Elvira Álvarez, que ha liderado el estudio junto a la investigadora de la UCM Carmen Sanz, precisó que su estudio “confirma” que la inactivación de PASK “no solo tiene efectos beneficiosos en ratones jóvenes, sino que también puede evitar los daños asociados al envejecimiento que en muchos casos están asociados al mal control de los niveles de glucosa como es el caso de la diabetes”.

Para llevar a cabo este estudio se emplearon ratones de entre 18 y 20 meses de edad, correspondientes a unos 60 años en humanos, con la proteína PASK bloqueada y que, según aclaró la experta, al envejecer no desarrollaban “tantos problemas de resistencia a la insulina como ocurría en los ratones normales envejecidos y los niveles de glucosa se mantenían en un rango más controlado” y, por ello, no desarrollaban diabetes.

Por su parte, Sanz aclaró que son necesarios más estudios a este nivel “con vistas a la potencial aplicación en humanos”. “No queremos perder aspectos básicos fundamentales que puedan ser interesantes a medio-largo plazo por intentar trasladar los resultados con demasiada rapidez al aspecto humano”, agregó.

Las investigadoras continúan trabajando y ya han solicitado ayudas enfocadas a estudios dirigidos al control de la obesidad y sus complicaciones asociadas abordando otros tejidos clave en el control de esta patología como el tejido adiposo.

(SERVIMEDIA)
04 Feb 2020
MJR/gja