En este juicio, se sientan en el banquillo diez acusados, entre ellos Luis Pineda, Miguel Bernad, como cabezas visible de Manos Limpias y la abogada Virginia López Negrete, que ejerció la acusación popular en el juico Nóos, en el que estuvieron acusados la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin, que resultó condenado.

Según el ministerio público, este entramado exigía cantidades millonarias a cambio de retirar acusaciones en causas judiciales o de no publicar informaciones desfavorables a las entidades en su revista. Uno de los asuntos que está bajo sospecha es la supuesta extorsión a la familia real para retirar la acusación contra la infanta contra el cobro de alrededor de tres millones de euros.

Pineda negó este miércoles en el juicio que su organización fuera "una organización criminal" para extorsionar a bancos, empresas y particulares, que actuaba desde 1986. En concreto el ministerio público les atribuye delitos de organización criminal, 27 delitos de extorsión, por cada uno de los episodios sometidos a juicio, estafa, delitos contra la Hacienda Pública, fraude en las subvenciones y blanqueo de capitales.

El interrogatorio del fiscal ha sido tenso en algún momento. De hecho, el tribunal le ha pedido que se ciñera a las preguntas del fiscal, a lo que respondió: “Me piden 120 años de cárcel, tengo que explicarme”.

Según sus cuentas, indicó, “el coste de crucero del grupo Ausbanc era de 980.000 a 1,8 millones de euros”. El 60% de los fondos provenían de la actividad jurídica, otro porcentaje del grupo editorial, otra parte de los socios y el resto de distintas actividades. Defendió, además, la importancia de su grupo editorial, dado que los medios no les daban voz y era su vía para explicar “su verdad".

En relación a la supuesta extorsión a la infanta Cristina, Pineda insistió en que el asunto no fue más allá de comentarios "como los que hacía el resto de españoles" y aseguró que "tenía muchas cosas que hacer" como para ocuparse de este asunto.

Preguntado por el fiscal José Perals sobre la razón por la que pidió información sobre el que fuera jefe de Responsabilidad y Reputación Corporativa de BBVA, Antonio Ballabriga, Pineda dijo que necesitaba conocer su cargo en la estructura del banco porque Ausbanc le había otorgado un premio y no sabía si podría tener algún tipo de participación en los asuntos denunciados por la asociación.

Además, Pineda llegó a tratar este asunto con la abogada Virgina López Negrete con la que el fiscal considera que pudo estar valorando la imputación de Ballabriga en el 'caso Nóos', cosa que Pineda negó.