El convenio lo firmaron el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, y el director de la Unesco-Iesalc, Francesc Pedró. El objetivo es abordar la “escasa movilidad académica e investigadora y la necesaria mejora de la calidad de la educación superior”, explicaron las entidades.

Y es que Iberoamérica es la segunda región del mundo en la que menos ha crecido el número de estudiantes universitarios que han emprendido estudios en otro país en los últimos cinco años, según datos de la OEI.

La firma de La Habana implica colaborar en la construcción del Espacio Iberoamericano del Conocimiento, en línea con la generación de oportunidades de educación a lo largo de la vida y para todos que promueve el Marco de Acción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

Según la OEI, actualmente hay más de 30 millones de estudiantes en las universidades iberoamericanas. De ellos, un “porcentaje importante” son los primeros de su familia que acceden a este nivel de educación.

En el plan de trabajo conjunto de la OEI y de la Unesco-Iesalc se encuentra la realización este año de un Foro Internacional de alto nivel en Lima (Perú), en el que se prevé contar con la presencia de altos representantes ministeriales de la región, agencias especializadas y expertos internacionales.

Asimismo, las dos entidades se han comprometido a colaborar en la realización de informes y publicaciones que analicen la situación de la educación superior en Iberoamérica, sus resultados, tendencias, previsiones de futuro o mejores prácticas.

En concreto, se ha previsto realizar un estudio cuyos hallazgos formarán parte de un informe periódico titulado 'Panorama de la Educación Superior', que en la primera edición de 2020 tendrá un foco especial en la Educación Superior Técnica y Profesional.

Finalmente, ambas organizaciones han acordado organizar en Colombia el 'Seminario Iberoamericano: Prácticas de calidad en Internacionalización'. El objetivo es identificar las mejores prácticas en internacionalización que estén llevando a cabo las universidades iberoamericanas con el fin de poder replicarlas adaptándolas en otras instituciones.