Según informó este miércoles la entiedad, este préstamo personal, dirigido a la compra de primera y segunda vivienda, persigue convertirse en una alternativa a los préstamos hipotecarios tradicionales. Su principal característica es que no se hipoteca el bien inmueble, "basta con la garantía personal del deudor", según indicó.

Bankoa destacó que se trata de "una relación de confianza que la entidad establece con sus clientes y potenciales". El préstamo personal alcanza un máximo de 600.000 euros con un plazo de hasta 30 años. Va destinado a clientes de perfil medio y alto, con ingresos estables de alrededor de 75.000 euros anuales y elevada empleabilidad.

El consejero delegado de Bankoa Crédit Agricole, Jesús Suárez, relató que “creemos que el 'siempre se ha hecho así' no es razón para seguir haciéndolo. Y más cuando se trata de que nuestros clientes encuentren nuevos, y mejores, caminos a la hora de hacer realidad sus planes. Que la sencillez y transparencia en los procesos marquen la fórmula para conseguirlo. Y que la confianza mutua sea la base sobre la que construir las relaciones”.

“El conocimiento adquirido durante años del mercado francés, en el que a día de hoy una de cada cuatro compras de vivienda se realiza con esta fórmula y en el que la demanda crece de manera continuada, nos ha llevado a trabajar en esta alternativa que ofrece al cliente flexibilidad y libertad a la hora de comprar su primera o segunda vivienda", señaló.