La CNMV baraja crear un código para que los inversores institucionales se impliquen en la gestión de las empresas

MADRID
SERVIMEDIA

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) analizará junto a la industria la oportunidad de crear un código para que los inversores institucionales y gestores de activos “se impliquen de modo activo” y “cooperen” con los gestores “en favor de un desarrollo sostenible y de largo plazo” en las compañías.

Se trata de que, además de defender sus inversiones, “actúen en beneficio de los stakeholders -empleados, clientes de las compañías y sociedad en su conjunto, además de todos los inversores-”, según explicó el presidente de la CNMV, Sebastián Albella, durante unas jornadas del Instituto de Gobernanza con el patrocinio del Banco Caminos.

El análisis no implica necesariamente que acabe plasmado en un texto, pero el organismo pulsará la opinión de todos los operadores con intención a priori de seguir la estela marcada por otros países en esta materia.

Albella recordó que hay una directiva europea sobre los derechos de los accionistas de 2017 que camina en esta dirección, aunque la referencia más clara es el 'Stewardship Code' adoptado por la autoridad británica Financial Reporting Council en 2010.

Este código, pionero en el mundo y en el que se ha inspirado la directiva europea, se elaboró en plena crisis para que los inversores institucionales ayudasen a las compañías a ser más prudentes y gestionar pensando en el largo plazo y en los distintos 'stakeholders'.

Albella citó también el código adoptado en Japón en 2014 y revisado en 2017 por las autoridades gubernamentales para que los grandes inversores contribuyesen en la revitalización de la economía.

“No fue, por tanto, una apelación a la responsabilidad fiduciaria, sino una llamada al activismo con objetivo de dinamizar la economía japonesa”, explicó. El resultado ha animado a inversores de distinta procedencia, especialmente extranjeros, a solicitar a las compañías japonesas que mejoren su gestión, ha favorecido que haya más operaciones corporativas y contribuido a dinamizar su economía y mercados.

Tras indicar la existencia de otro código similar norteamericano, aclaró que el compromiso de la CNMV es analizarlo junto con industria y “fuerzas vivas” para ver “si nos ponemos mano a la obra o no”, y precisó que sería de adscripción voluntaria por parte de los inversores a semejanza de los códigos de buen gobierno corporativo.

Entre los grandes inversores figuran todo tipo de inversores profesionales como las compañías de seguros y los planes de pensiones, con una estrategia en la gestión de los activos de largo plazo e interés, por tanto, en la saludable administración de las empresas.

Albella indicó que en la actualidad hay ya algún reflejo en ciertas normativas de esa intención por involucrarles en una adecuada y responsable gestión de las empresas, aunque de forma parcial. A título de ejemplo citó la regulación que obliga a los planes de empresa a explicar en un informe su ejercicio del derecho de voto.

Durante su intervención reconoció, sin embargo, que es una materia “complicada” y “sensible” la que propone explorar ya que plantearía desafíos como el de gestionar la cooperación entre grandes inversores y la compañía sin que haya riesgos de acción concertada o de trasiego de información privilegiada, dada la asimetría de información que puede ocasionar.

Mostró igualmente preocupación sobre el problema de incentivos que podría ocasionar llegado el caso para los inversores institucionales.

(SERVIMEDIA)
14 Feb 2020
ECR/mjg