En la misma sala donde los socialistas se reunían públicamente para fraguar el acuerdo de investidura con ERC, las delegaciones de PSOE y Unidas Podemos analizaron la situación del acuerdo de coalición firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Por un lado, se reunió la Comisión Permanente de Coordinación con Adriana Lastra, Iván Redondo, Félix Bolaños, Maria Isabel Valldecabres, Antonio Hidalgo y Miguel Ángel Oliver, por parte del PSOE; y Pablo Echenique, Jaume Asens, Enrique Santiago, Antón Gómez-Reino y Sofía Castañón, por parte de Unidas Podemos. Esta reunión, según presentes consultados por Servimedia, se desarrolló en un buen clima de colaboración.

Misma sintonía en el encuentro que se produjo acto seguido de la Comisión de Coordinación Parlamentaria en la que se abordaron las iniciativas parlamentarias que impulsará cada grupo parlamentario.

La escena coincidió en un momento en el que saltaron públicamente las primeras diferencias entre los socios. Por un lado, por un informe en el que trabajaba el Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande Marlaska sobre endurecer el régimen de asilo y que despertó las críticas de Podemos al considerar que va en contra del sentido del pacto.

A ello se sumó que el Departamento de Justicia que dirige Juan Carlos Campo está estudiando la Ley de Libertad Sexual que impulsa el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y en la que se ha incorporado la regulación del consentimiento en las relaciones sexuales. El denominado 'sí es sí' que los socialistas querían modificar dentro de la reforma integral del Código Penal.

Si bien, desde el Ejecutivo rebajaron esta cuestión asegurando que la norma -como pretendía Unidas Podemos- estará en “los plazos previstos” de manera que se pueda mandar un “mensaje claro de compromiso del gobierno con la igualdad de cara al 8 de marzo”, fecha en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Tras reconocer las diferencias, fuentes de La Moncloa consultas por Servimedia restaron importancias a la tensión y las enmarcaron en las propias de cualquier Ejecutivo, como ocurre en los que son gobiernos de un solo partido.

De hecho, aseguran que la relación con Unidas Podemos es “mejor” de lo que ellos mismo recelaban en un principio. “No es un camino de seda, pero es buena y lo mejor es que fuera se percibe mejor aún”, remarcan las fuentes consultas.

Desde La Moncloa indican que las acciones ahora son fáciles de encarrilar porque están en el inicio de los cuatro años de legislatura que auguran para este Gobierno de coalición y que, ante la lejanía de un horizonte electoral, es pronto para “pisarse la manguera”.

Así desde el Ejecutivo rebajan estas tensiones a las propias entre vicepresidencias y ministerios a la hora de legislar y de llevar la batuta de las acciones del Gobierno.