El periodista, que en una parte de su alocución en este desayuno informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum afirmó sentirse cada vez más empresario, denunció que "en España se sigue atacando a las empresas a bulto, como ocurría en el franquismo".

Lo dijo delante de una amplia representación del mundo político, como la presidenta del Congreso de los Diputados, Mertixell Batet; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado; o la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.

Ramírez alabó a la clase empresarial española y repartió piropos entre los responsables de las empresas españolas más importantes por "la excelente labor que llevan a cabo" en Telefónica, ACS, El Corte Inglés, Zara, Mapfre, Abertis, Sacyr o Ferrovial.

Después puso el acento en "el paro, un problema nacional que debemos afrontar como un proyecto nacional porque la unión hace la fuerza", e invocó a todos los empresarios españoles: "Tenéis que ayudar al Gobierno a acabar con la lacra del desempleo. Y el Gobierno tiene que dejarse ayudar".

Despues confesó sus cuatro frases preferidas que debería estar en el frontispicio de la nación, en el templo de la concordia para cambiar la trayectoria vital de España.

"La primera es una frase de Antonio Maura: 'Por mí no quedará'. La segunda es de Manuel Azaña: 'Nosotros somos nuestra patria'. La tercera es de Indalecio Prieto: 'Mirando las cosas con serenidad, resultaba que las coincidencias eran fundamentales y las discrepancia secundarias'. Y la última es de Zapatero cuando dijo que 'bajar impuestos es de izquierdas'".