En declaraciones a Servimedia, el que fuera también Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, valoró la necesidad de fomentar la convivencia familiar, cuando sus miembros tienen que pasar más tiempo del habitual en casa y están “obligados a estar relajados de forma impuesta”. “Del estrés del 'no me da la vida' pasamos a la tranquilidad”, añadió, cuestionando que “¿cuándo decimos que nos falta tiempo para hacer determinadas cosas nos lo creemos?”.

Por eso propone reflexionar sobre cómo afrontar los problemas que pueden derivarse de la crisis, como los que pueden acontecer en el ámbito laboral y “anticipar” y trazarse un “planteamiento de vida”.

Urra, también académico de número de la Academia de Psicología de España, dedica unas recomendaciones a diversos grupos de población. A los niños, dijo, hay que “explicarles y tratarles con rigor y seriedad” en esta crisis. “Son niños, pero también son ciudadanos”, recalcó, pero es conveniente decirles que la del Covid-19 “es una situación que no se ve pero se palpa el peligro” y pueden entender perfectamente “que en esto nos tenemos que involucrar, ser partícipes todos y darles responsabilidad”.

ADOLESCENTES

El psicólogo también cree importante la comunicación con los adolescentes, pero también “exigirles”. Aunque “se están portando bien en general”, subrayó que, “por su característica, no tienen mucho miedo, porque no anticipan”. De ahí que propone a los padres a que les digan a sus hijos adolescentes: “Es un buen momento para que demuestres que estás más cerca de ser maduro y adulto que de un niño inconsciente. Demuéstralo”.

Para ello, indicó el experto, hay que explicarles “los riesgos que hay, y que no son para ellos ni para sus padres, sino para sus abuelos, que toda la vida se han dedicado a cuidar de sus nietos y que en este momento los roles han cambiado pues los vulnerables son los mayores”. “Es un precioso momento para demostrar que sois agradecidos”, añade para esa conversación con los adolescentes, en esa etapa pueden entender el mensaje, pero les puede costar más “creérselo” y frenar su impulso a quedar con los amigos. “Para un adolescente, no salir es una privación de libertad gravísima”, recalcó.

Además, el psicólogo advierte a los padres que, “es más, cuando los adolescentes estén preocupados, no lo van a decir”, expuso.

Finalmente, Urra recomienda también fomentar la conversación con las personas mayores, porque “creen que no les va tocar” y ocurre “con los accidentes de tráfico”, comparó. “Les cuesta no mantener el contacto con sus hijos y nietos porque es un hábito, han estado siempre cuidando y, de repente, no entienden que les cuiden”, añadió.