Lo hizo en su intervención en la comparecencia ante la Cámara del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar cuenta de las medidas tomadas por el Ejecutivo en el marco de la declaración del estado de alarma por la epidemia de coronavirus.

Echenique comenzó constatando el “lugar común” de que, “cuando sufrimos una tragedia, una enfermedad, se ordena con luminosa claridad nuestra lista de prioridades”, y desde esa premisa rehusó contestar lo que llamó “ataques” del PP y Vox en las intervenciones anteriores.

Prefirió alabar los gestos y actitudes de la población para concluir que “la patria no es una bandera; no es, hoy menos que nunca, un Rey”, sino “la gente que vive y trabaja en nuestro país, y las instituciones comunes que esa gente ha construido”.

Así, como “la gente está haciendo su parte”, se conjuró para estar “a la altura de nuestro pueblo” y pasó a alabar que el Gobierno, con sus medidas, está siguiendo “el camino económico correcto”. Argumentó que en una situación excepcional como la actual, “la norma suprema no pueden ser los criterios contables que dicta la austeridad”, como en 2008,y sintetizó retomando la expresión que habían empleado Sánchez o el presidente del PP, Pablo Casado: “En tiempos de guerra, economía de guerra”.

Desde el mismo grupo parlamentario, Enrique Santiago (IU) se congratuló irónicamente de que aplaudan a los profesionales de la Sanidad pública “los mismos que ayer la estaban desmantelando y precarizando las condiciones laborales” para favorecer a la Sanidad privada que, a su juicio, se ha demostrado “inoperante” ante el coronavirus. Atacó, en concreto, a la Comunidad de Madrid.

Seguidamente, además de aplaudir las medidas del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, le pidió “medidas contra las empresas apátridas que están tomando medidas de ajuste ya previstas”, y concluyó con la proclama de que “sólo el pueblo salva al pueblo”.