Salud

Investigadores del CSIC descubren en la fermentación de la aceituna de mesa una bacteria con “alto poder antiinflamatorio”

Madrid
SERVIMEDIA

Un equipo liderado por investigadores del Instituto de la Grasa (IG) -centro de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla- ha logrado demostrar que durante el proceso de fermentación de las aceitunas de mesa se desarrollan microorganismos con un elevado potencial probiótico, como el Lactobacillus pentosus LPG1, una bacteria láctica que ha mostrado tener un “alto poder antiinflamatorio” en mamíferos.

En el estudio, publicado en la revista 'Probiotics and Antimicrobial Proteins' y en el que también han participado investigadores franceses del Instituto Micalis-INRA de Jouy-en-Josas, se probó primero in vitro la producción de varias proteínas llamadas citoquinas, responsables de la comunicación celular de tipo pro y antiinflamatoria por diversas líneas celulares en presencia de la bacteria y posteriormente, se validaron los resultados en un modelo vivo, según informó el CSIC este miércoles a través de un comunicado.

Como resultado de las pruebas, se confirmó que Lactobacillus pentosus LPG1 puede tener aplicación en el tratamiento y prevención de patologías intestinales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa ya que consigue reducir la permeabilidad de la barrera intestinal mejorando su integridad, un descenso del daño en los tejidos intestinales, una reducción en la pérdida de peso respecto a los organismos modelos a los que se había inducido una colitis crónica, así como la regulación de la respuesta antiinflamatoria.

Este hallazgo “abre el camino” a la utilización de la aceituna de mesa como un nuevo alimento con “alto valor funcional” tanto por su composición química, con una alta presencia de antioxidantes naturales, fibra, ácido oleico y ácidos triterpénicos, entre otros, pero también por los microorganismos que se desarrollan durante su fermentación, según defendió el investigador de lG y coautor del estudio, Francisco Noé Arroyo.

A su juicio, el descubrimiento también “refuerza” los estudios previos que han indicado el alto potencial probiótico que las bacterias lácticas de alimentos vegetales podrían tener para mejorar la salud de las personas.

El estudio abre la posibilidad a la utilización de las aceitunas como fuente de microorganismos probióticos de origen vegetal para personas intolerantes a la lactosa pues según los investigadores, Lactobacillus pentosus LPG1 es capaz de formar biofilms sobre la epidermis de los frutos y, “de este modo, ser transportado hasta el consumidor final”.

Junto a ello, la investigación revela que esta cepa de bacteria láctica también presenta unas “capacidades tecnológicas notables” para llevar a cabo la fermentación ácido-láctica de las aceitunas de mesa y por estos motivos el microorganismo ha sido protegido intelectualmente por el CSIC.

Su explotación ha sido cedida a Oleica, una empresa de base tecnológica, del CSIC y la Universidad de Córdoba, que se está encargando de su desarrollo y comercialización.

(SERVIMEDIA)
25 Mar 2020
MJR/mjg