Sector financiero

Oliú asume “algún sacrificio” en el Sabadell por la crisis del Covid-19, aunque su fortaleza “permite ver con optimismo el día después”

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El banquero reclama garantizar la “viabilidad del tejido empresarial” como “la mejor defensa para el empleo y la mejor estrategia social”

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Sabadell, Josep Oliú, admitió este jueves ante los accionistas del banco que la crisis del Covid-19 “va a impactar” y, probablemente, este año habrá que “hacer algún sacrificio”, aunque aseguró que la “fortaleza” de la entidad permite atisbar con optimismo el futuro cuando la pandemia quede atrás.

Su análisis lo realizó durante una Junta general atípica donde el banco ha tenido que mudar la celebración a su propia sede y los consejeros y accionistas siguieron el encuentro por medios telemáticos. Allí aseguró que el Sabadell está “volcado” en ayudar a los clientes y en “minimizar el impacto que ello pueda tener en nuestra cuenta de resultados y en sus propias cuentas”.

Pero a renglón seguido admitió que la pandemia es un desafío “descomunal” y “sin precedentes” que tendrán repercusiones inevitables: “No se nos escapa que va a impactar y que probablemente este 2020 vaya ser un año en que, una vez más, tengamos que hacer algún sacrificio”, admitió.

A corto plazo el “único objetivo” debe ser, a su juicio, “superar la crisis provocada por el actual estado de emergencia”. Pero cuando quede atrás explicó a los accionistas que la prioridad será “la mejora de la rentabilidad” y cuenta para ello con la entrada en resultado positivo de la filial británica TSB y del negocio en México, además de con “la solidez” del modelo de negocio en España.

El grupo disparó precisamente un 134% su beneficio, hasta los 768 millones, el pasado año tras pasar página del ladrillo y de la crisis informática vivida por el cambio de plataforma en TSB y, según Oliú, ha asentado “una buena posición para afrontar con solidez el ejercicio 2020”.

Sin embargo, admitió que la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento “sitúan a los ciudadanos, a las empresas, a los bancos y a los Estados ante un reto descomunal del que no tenemos precedentes”.

El banquero apuntó que sus secuelas dependerán de cuánto se prolongue el episodio sanitario y con qué medidas se encare su impacto: “El coste del periodo temporal de restricciones para hacer frente a la crisis sanitaria dependerá de la duración de la misma y de la efectividad de los remedios que se apliquen para aminorar estos costes”.

Oliú defendió que necesitarán ayuda pública las pymes y los autónomos por su “menor capacidad de resistencia” hasta que se supere el “bache” de caída de ingresos, mientras que las grandes empresas podrán bajar costes fijos con Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE).

El presidente del Sabadell advirtió de que no es una crisis como la de 2008, ya que aquella tenía origen financiero y esta es una crisis creada por la necesidad de combatir una pandemia que se está cobrando vidas. “Es una crisis, por tanto, causada por la propia sociedad para defenderse frente a una amenaza mortal y la absorción de sus costes debe ser afrontada con la máxima mutualización”, explicó, demandando así esfuerzos comunes para hacerle frente de gobierno, autoridades y donde aseguró que contarán con el apoyo de la banca.

A su juicio es “fundamental” que los Estados “acierten con las medidas económicas más adecuadas” y eso pasa por “la defensa de la viabilidad del tejido empresarial” porque es “la mejor defensa para el empleo y, en definitiva, la mejor estrategia social”.

En este aspecto consideró que las medidas anunciadas por los gobiernos, y “en particular las adoptadas por el Gobierno de España, van en la buena dirección”, ya que dirigirá el gasto público tanto a combatir la pandemia desde la óptica sanitaria como a garantizar “el mantenimiento del tejido empresarial” y el “espíritu emprendedor en nuestro país, que es lo que genera empleo y riqueza de forma sostenible”.

Oliú recordó que entre las medidas anunciadas hay moratorias, subvenciones, avales y garantías públicas para que el crédito cubra este déficit temporal de solvencia social y aseguró que los bancos afrontan el desafío con mejor solvencia de la que tenían cuando estalló la crisis del año 2008.

Entre las medidas articuladas valoró igualmente las decididas desde los bancos centrales de compra masiva de activos para evitar que los bancos pudieran quedar cortos de liquidez ante la necesidad de financiar el déficit de ‘cash flow’ que se va a producir en la economía.

Oliú admitió que la principal preocupación del Sabadell era, sin embargo, que hubiese soluciones públicas capaces de garantizar al mayor número de empresas el poder hacer frente a esta situación temporal de falta de solvencia y de liquidez, junto con la financiación bancaria. Es decir, que se articulasen avales para las compañías.

Según explicó esa fórmula, la de avales para empresas, permitirán cubrir las pérdidas que este periodo de baja actividad va a producir en el conjunto de la economía, a la vez que se evitar poner en mayor peligro la solvencia de los bancos, “inmersos en una regulación de requerimientos de capital crecientes”.

“De la suficiencia de estas medidas, de su flexibilidad y de su carácter afinado dependerá la salida de esta crisis y también la resultante deuda pública de los países europeos”, aseguró.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2020
ECR/gja