Aunque al principio la creación del hospital de campaña en Ifema “parecía positivo”, Satse cree que con el transcurso del tiempo “no parece la mejor idea”. La enfermera Teresa Galindo Rubio tira del refranero popular para exponer su punto de vista en una carta publicada recientemente: “Han desvestido un santo para vestir a otro”.

“Desmontar la Atención Primaria, los centros de salud, es dar un paso en el camino equivocado, especialmente ahora donde cada error cuenta y retrasa la salida de la crisis sanitaria”, afirma en el escrito.

La secretaria general de Satse Madrid recoge que el cierre de los centros de salud y el traslado de sus enfermeras y médicos a Ifema “ha provocado malestar entre los usuarios” que “se ven privados de su asistencia sanitaria más cercana”, además de dejar “sin cobertura a miles de madrileños”. Manifiesta que la mayoría de los centros de salud que se han cerrado corresponde “a pequeños pueblos” de la Comunidad de Madrid.

“Nuestros mayores, muchos de ellos demandantes de este servicio sanitario, tendrán que pedir la colaboración de familiares o vecinos para desplazarse al nuevo centro de salud por lo que la movilidad se incrementará. Con esta medida, equivocada a nuestro entender, tal vez, se produzca el efecto contrario al deseado ya que muchos decidirán no acudir al centro de salud y cuando lo hagan tal vez su patología ya no sea leve sino grave o muy grave y, entonces, tendrán que intervenir los servicios hospitalarios, ya excesivamente saturados”, lamenta.

Reivindica en su comunicado que la Atención Primaria “es esencial” y “vital”. Insiste en que, aunque la pandemia del coronavirus es la “principal preocupación” de los profesionales sanitarios, “siguen existiendo otras patologías que también necesitan de cuidados”.

Además, recuerda en la carta la situación de las residencias privadas de mayores y reivindica la modificación de las condiciones laborales y profesionales de las enfermeras en estos espacios. “¿Comprenderán ahora el malestar de los profesionales de la Agencia Madrileña de Salud (AMAS), titular de las residencias públicas, cuando se quejaban al Gobierno autonómico de que estaban abandonados?”, se pregunta.

“Muchas residencias privadas, y también públicas, han necesitado del rescate de la Consejería de Sanidad para impedir el fallecimiento de sus residentes ante la precaria situación en la que se encontraban por la falta de enfermeras y enfermeros y la dificultad de conseguir profesionales que trabajen en ellas ¿Pero cómo van a hacerlo si sus condiciones laborales y profesionales son infinitamente peores que hacerlo en el Sermas?”, expone.

Teresa Galindo Rubio finaliza su carta recordando la sanidad privada, que considera, “tercer pie” sobre el que asentar “la lucha contra la pandemia del coronavirus”. “No se está aprovechando como debiera”, afirma.