Robles comenzó su escrito reconociendo que “nunca hubiera pensado que os escribiría con tan hondas palabras de agradecimiento como lo hago hoy, no por compromiso u obligación, sino porque me parece de justicia y ánimo”, después de que se hayan desenvuelto desde el inicio de la crisis con “una entrega y generosidad que merecen mi expreso reconocimiento”.

Les trasladó la certeza de que “habéis estado y estáis a la altura de las dificultades que nos azotan” al evidenciar “cada día” su “espíritu de servicio”, lo que permitió reiterar su agradecimiento por su “colaboración y labor constante, sin desánimo, callada, sin presunción y constancia”. “Gracias porque estáis demostrando la excelencia en el saber vivir estas dificultades al servicio del bien común”, expresó.

A su vez, reconoció la labor de quienes están “en primera línea, atendiendo donde más se les necesita, que cada día salen por toda España a cada localidad, a los centros de salud, a las residencias de mayores, para montar hospitales de campaña, trasladar enfermos o realizar labores en apoyo de los más necesitados y vulnerables”. En este agradecimiento incluyó a los miembros del Estado Mayor de la Defensa (Emad), de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de la Inspección General de Sanidad de la Defensa (Ingesan), del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del órgano central.

También consideró de justicia “apreciar” a todas las personas del Ministerio de Defensa -funcionarios, personal laboral, personal estatutario- que posibilitan el “trabajo de todos”. “Es un orgullo que España cuente con este equipo de mujeres y hombres, militares y civiles del Ministerio de Defensa”, confesó.

A su vez, destacó la “excelente acogida” que los militares han tenido en todos aquellos lugares en los que han actuado en el marco de la ‘Operación Balmis’, un hito que “refuerza la integración de las Fuerzas Armadas con la sociedad española, de la que forman parte y a la que sirven”.

Señaló su deseo de complementar sus “palabras de gratitud” con “unas palabras de consuelo, de esperanza, de razonado optimismo”. En ese sentido, advirtió de que “no acabaremos pronto este esfuerzo colectivo, en el que muchos de vosotros y vosotras estáis dando toda vuestra energía, buen hacer y esfuerzo”, pero, dejó claro Robles, “acabaremos”, puesto que “acabarán las causas que nos obligan a realizarlo y para entonces podremos recapitular y entender situaciones que ahora nos parecen imposibles y entonces deberemos y podremos felicitarnos con orgullo. Todos”.

Por último, concluyó su epístola transmitiendo su “apoyo”, “cariño” y deseo de una “pronta recuperación” a quienes “están sufriendo en su persona o entorno esta enfermedad”.