Así lo atestiguó el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Gestión Técnica del coronavirus en el Palacio de la Moncloa.

El general Villarroya confirmó que militares involucrados en la ‘Operación Balmis’ comenzarán a trasladar pantallas faciales de protección elaboradas en la Universidad Complutense con destino a los hospitales de la Comunidad de Madrid.

Por su parte, el Jemad detalló que hoy está previsto que un total de 7.316 miembros de las Fuerzas Armadas, incluyendo los efectivos de la sanidad militar, actúen en 239 localidades empeñados en la lucha contra el coronavirus.

Los militares continuarán con su labor de desinfección de infraestructuras críticas y servicios esenciales, como 127 residencias de ancianos, infraestructuras éstas de las que se han desinfectado alrededor de 3.000 desde la aplicación del estado de alarma.

A su vez, explicó que la Unidad Militar de Emergencias (UME) formará a la población de Camarma de Esteruelas (Madrid) para la desinfección de viales públicos con tractores y maquinaria agrícola.

También comentó que mantendrán el apoyo para la ampliación del hospital de campaña erigido en el Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y el traslado de comida a los bancos de alimentos de Tenerife, Mallorca y Murcia.

Por otro lado, el Jemad describió los detalles del vuelo efectuado por un avión A400M del Ejército del Aire que permitió el traslado a España de 14 toneladas de material sanitario procedente de China.

Lo hizo explicando que ese avión efectuó un total de 38 horas de vuelo en tres días con un pasaje de cuatro pilotos y cuatro tripulantes para garantizar el descanso preceptivo de la tripulación. El A400M despegó el sábado 28 de marzo desde la base aérea de Zaragoza y aterrizó en Shanghái (China) el domingo 29 tras una escala en Ekaterimburgo (Rusia) para abastecerse de combustible.

El general Villarroya comentó que la tripulación vivió una serie de “anécdotas” en China, como el hecho de que no se les permitiera desembarcar para evitarles tener que pasar allí una cuarentena de 14 días, lo que motivó que descansara en el interior de la aeronave, teniendo que comunicarse con el personal de tierra del aeródromo chino por señas ante el desconocimiento de los idiomas respectivos.

El avión despegó de Shanghái el mismo domingo 29 llegando a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) el lunes 30 tras dos escalas en Novosibirsk (Rusia) y Riga (Letonia) para proveerse de combustible.

Por último, se dirigió a la ciudadanía para subrayar que “en esta lucha que mantiene toda la sociedad contra el Covid-19 hay muchos héroes anónimos, muchos soldados desconocidos, que desempeñan su labor con abnegación y entrega absoluta para ayudar a aquellas personas que más lo necesitan, para ayudar a los más desvalidos”.

Dijo que cada uno de ellos tiene “una cara, un nombre y una historia”, por lo que, ante la imposibilidad de citar a todos, trasladó su “reconocimiento y admiración en forma de colectivo” al personal sanitario, a los trabajadores de las residencias de ancianos, a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los integrantes de las Fuerzas Armadas y a “todos los que nos quedamos en casa para evitar la expansión de esta enfermedad”. “Muchas gracias a todos. La sociedad está en deuda con estos héroes anónimos”, concluyó.