Echenique comenzó su intervención en el debate del Pleno en el que el Gobierno ha pedido la autorización de la Cámara para una segunda prórroga del estado de alarma señalando que los representantes públicos tienen “una enorme responsabilidad” porque “no vivimos en un momento cualquiera” y señaló, como en debates parlamentarios anteriores, que dentro de unos años habrá que “evaluar qué hicimos cada uno de nosotros” contra el coronavirus.

En esta línea, arremetió contra la “insolidaridad y la miseria política y moral de los que intentan aprovecharse” de la epidemia. En primer lugar de ese ranking situó a Vox y su “resolución bastante ridícula en términos jurídicos” que propone en el marco del debate de hoy la dimisión del Gobierno y su sustitución por uno presidido por la exlíder de UPyD Rosa Díez.

Al partido de Santiago Abascal también le acusó de haberse convertido "en sinónimo de bulos” difundidos por Twitter para “sembrar miedo, alarma y odio” y desgastar al Ejecutivo. Unidas Podemos ha presentado recientemente dos denuncias ante la Fiscalía de vídeos y fotos falsos distribuidos a su juicio por una "estructura criminal" apoyada por este partido.

Por su parte, al PP le reprochó que “cuesta mucho últimamente distinguirlos de Vox”, porque “se dedica a luchar por la hegemonía de la derecha persiguiendo desesperadamente al señor Abascal” con “ataques al Gobierno muy similares”. A esto atribuyó sus recelos a los nuevos Pactos de La Moncloa y el que “hoy, como hace 43 años (cuando Alianza Popular se resistió a los de 1977, ustedes están fuera de la Constitución española”.

En la última parte de su intervención, Echenique afeó a la derecha que se hayan quedado “en 2008” al mantenerse en la política de austeridad presupuestaria que dominaba en la Unión Europea cuando estalló la anterior crisis económica y resistirse al gasto público. En el ámbito sanitario, llamó a un desescalamiento “paulatino” que se ha de hacer con “cuidado” y se mostró convencido de que el Gobierno actuará con “flexibilidad” y revocará la vuelta al trabajo a la vuelta de Semana Santa si un “desescalamiento tan rápido no es del todo positivo” para aplanar la curva de contagios del coronavirus.