Cree que el diálogo “está dominado por el esquema de la antigua normalidad” y no enfocado al nuevo escenario socioeconómico que se presenta.

Así lo dijo en una rueda de prensa telemática en la que Argüello, también obispo auxiliar de Valladolid, pidió un “esfuerzo” a instituciones, partidos, Congreso de los Diputados y comunidades autónomas para lograr el consenso del “abrazo” en una “nueva normalidad” en la que todos tendremos que asumir “sacrificios” por el bien común, también los políticos en su “amor propio”.

En este contexto, destacó que la Iglesia está respondiendo con “generosidad” y “creatividad”, aunque apeló a sacerdotes, diócesis y fieles a dar “un paso adelante” en esa solidaridad para el sostenimiento de la Iglesia, con la entrega “de una parte de nuestro sueldo o una aportación fija” para tener un fondo que fuese destinado “a quienes más sufrirán las consecuencias de la crisis”, como ha pedido recientemente la Comisión Ejecutiva de la CEE.

Esa aportación, concretó, puede ser a través de proyectos como los emprendidos por Cáritas u Obras Misionales Pontificias, “marcando las dos equis” de la declaración de la renta (la de la Iglesia y la de otros fines sociales) y también, a falta del cepillo dominical físico por la suspensión de las misas presenciales, a través del portal de donativos de la Iglesia española, ‘www.donoamiiglesia.es’.

El portavoz del Episcopado también recordó que los católicos están en primera línea para ayudar contra la pandemia, en la que, según sus cálculos, podrían haber muerto unos 70 sacerdotes contagiados por Covid-19, además de decenas de religiosas, que trabajan en ámbitos tan afectados con las residencias de mayores.

Asimismo, indicó que esa “nueva normalidad” debería construirse desde la “ética cristiana” y que en ese escenario habría que replantearse cómo la sociedad se ha ocupado de los más vulnerables, especialmente de las personas mayores y los niños.